El Gobierno de Aragón invertirá 1.387 millones de euros en un proyecto de carreteras, que empezará a ejecutarse en el 2013 y que concluirá en el 2024. Es decir, es un proyecto a doce años, que además dependerá de las disponibilidades económicas de cada momento. Sustituye al Plan Red, finiquitado por el Ejecutivo por "inviable". Incidirá, según adelantó ayer el consejero de Obras Públicas, Rafael Fernández de Alarcón, en esas vías con más posibilidades de "inducir" tráfico.

Fernández de Alarcón, que dijo no ser partidario de mirar al pasado, se pasó buena parte de su intervención comparando su proyecto con el Plan Red. En su opinión, el nuevo es "más eficiente" porque el 96% del presupuesto se destinará directamente a las obras públicas contempladas y con el anterior el gasto indirecto suponía el 52%.

Con el nuevo plan, el Gobierno autonómico, según explicó Fernández de Alarcón, prevé "impulsar el desarrollo económico de Aragón" y crear empleo. Las obras se concentrarán en las carreteras que más tráfico puedan inducir porque "la inducción de tráfico es un indicador de riqueza y empleo", aseguró.

MANTENIMIENTO En el plan de carreteras se invertirán 519 millones de euros en mantenimiento y conservación, incluyendo el coste de las brigadas de carreteras que permanecen, otros 12 millones en vialidad invernal, más de 586 en obras de construcción y mejora, otros 90 en seguridad vial y más de 117 millones en gestión coordinada con otras Administraciones Públicas, todo ello "sin necesidad de aumentar el nivel de endeudamiento", destacó Fernández de Alarcón. Se trata de un plan a débito y no a crédito. Durante los 12 años de vigencia se destinarán 61 millones de euros, cinco por año, a la gestión de personal de los servicios generales y gasto corriente, lo que supone un 4% del presupuesto. Aunque todo dependerá de las disponibilidades económicas.

El Gobierno de Aragón pretende optimizar la accesibilidad del 84% de la población. Con este plan se mejorará la relación viaria entre las ciudades de Zaragoza, Huesca, Teruel, Alcañiz, Barbastro, Calamocha, Calatayud, Ejea de los Caballeros, Fraga, Jaca, Monzón y Tarazona. También se incidirá en las conexiones entre las cabeceras comarcales y a determinados lugares de importante afluencia turística mediante una "red mallada estructurante", tal como la llama Fernández de Alarcón. El plan incorporará acciones destinadas a la mejora sustancial del mantenimiento de las carreteras, a evitar el deterioro progresivo del patrimonio viario, a facilitar el tráfico "en condiciones mínimas suficientes".