El primer gran triunfo del Gobierno de Jorge Azcón en Zaragoza se rubrió ayer en la Comisión de Hacienda del ayuntamiento aprobando las primeras ordenanzas fiscales, los impuestos y tasas para el 2020, en lo que se convirtió en una demostración de fuerza de un bloque apoyado en la ultraderecha de Vox. Una apuesta que acabó rechazando casi todas las iniciativas de la izquierda, ya que solo salvó una bonificación del PSOE en el de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) del 95% a los vecinos que instalen cargadores eléctricos en sus garajes comunitarios, y ni una migaja más. Una propuesta que anuncia una bajada generalizada del IBI del 0,33% que seguirá pendiente de que el Catastro acepte rebajar todos los valores catastrales un 3%. Si no, el recibo le subirá a todos los ciudadanos «en torno a un 4%». Depende de un decreto ley de un Gobierno central que podía estar en funciones.

La responsable de Hacienda, María Navarro, aguantó estoicamente todos los ataques de una izquierda que no escatimó en calificativos a lo que allí acontecía: el «rodillo» de la centroultraderecha sacaba adelante unas ordenanzas «regresivas». Conseguía, para Fernando Rivarés, portavoz dee Podemos, «privilegiar a los privilegiados y castigar a la mayoría»; una apuesta «anticonstitucional y de promesas incumplidas» de PP y Cs, remarcó Alberto Cubero; «una enmieda a la totalidad a su propio programa», destacó el socialista Horacio Royo.

UTILIDAD DE 16 VOTOS

Los mismos 16 votos que antaño sirvieron para subirle el IBI o el resto de tributos a las grandes empresas o gravar por tramos de renta o de valor catastral a las grandes fortunas, ¿para qué han servido esta vez? Para dejar el IBI en la citada rebaja con suspense que, eso sí, gracias al voto de VOX bonificará con el 60% o el 70% a las poco más de 3.000 familias numerosas de la ciudad, sin distinción del valor de sus casas. Para que todo el que tenga una segunda propiedad heredada disfrute de un 50% de descuento en la plusvalía. Y para que los pocos que tengan un coche histórico, de más de 50 años, se descuente del impuesto de circulación un 50%.

También servirá para que se ofrezca una bonificación del 30% en el IBI a comerciantes que tengan su local en propiedad, cuando todos los grupos de izquierdas le recordaron que «el 90% lo tienen en alquiler». O que los emprendedores y autónomos que acometan obras puedan descontarse un 25% del tributo de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). En este tributo hicieron la única concesión a la izquierda, al PSOE, el único capaz de concitar la unanimidad.

Mientras, todo el debate del IAE se tradujo en una nueva demostración de fuerza de las tres formaciones de derechas. Una decisión que reprocharon los de la izquierda, por «bajar el recibo a Ibercaja y Puerto Venecia y subirlo a las calles más humildes».

Todos los demás votos particulares fueron rechazados o inadmitidos por Intervención. Incluido uno de Vox que el Gobierno PP-Cs había aceptado, el de emitir un dictamen de la Junta de Reclamaciones Económicas Administrativas que ni existe. La crearán, aseguró Navarro, quien ahora puede centrarse en el presupuesto del 2020, del que no dio pistas, solo que será «expansivo» pero con un crecimiento «mínimo». Gracias en parte a que la recaudación tampoco crecerá.