Estudiar el futuro del rastro de Zaragoza, sus problemas, características y necesidades antes de decidir si se reubica y dónde. Estos son los motivos por los que PP y Ciudadanos (Cs) han solicitado de forma conjunta que se inicie una comisión especial de estudio en la que intervenga el Gobierno de la ciudad y todos los grupos municipales y cuyas conclusiones sean votadas, aprobadas y sirvan de guía para decidir qué hará el consistorio para mejorar el mercado de venta ambulante de la ciudad.

La propuesta tendrá que ser aprobada en el próximo pleno y, en caso de salir adelante, los grupos pactarían quiénes participan, quiénes comparecen y qué informes son necesarios. Una vez finalice este proceso, cada formación presentaría sus conclusiones, que tendrían que ser votadas y aprobadas en pleno y, en teoría, servir de hoja de ruta para el Gobierno municipal.

Para el portavoz del PP, Jorge Azcón, que aseguró que ZeC ha creado un «problema», la diferencia de esta iniciativa de la mesa de trabajo propuesta por PSOE y CHA o del grupo que el Gobierno quiere crear en el Consejo de Ciudad es que está regulada por el reglamento orgánico y que tendrá como resultado un dictamen con «soluciones efectivas, serias y organizadas». El de Cs, Alberto Casañal, apuntó que también se analizará qué se hace con el mercado ilegal y cómo se actúa ante un tema que ha despertado una gran «controversia».

Mientras ambos presentaban su moción conjunta, en el salón de plenos la concejala de Derechos Sociales, Luisa Broto, acusaba a la oposición de «calentar una situación de manera que ahora se piensa que el rastro va a crear un problema se traslade a un barrio u otro».

Reiteró que llevan meses trabajando para encontrar soluciones que «dignifiquen» la venta ambulante que genera alrededor de «4.000 empleos» y atrae hasta «20.000 personas» a Zaragoza.

La oposición cargó duramente contra Broto durante su comparecencia, solicitada por el PP. «Nos dicen que hemos calentado el tema cuando ustedes lo han incendiado y han enfrentado a los vecinos con los comerciantes», le reprochó Leticia Crespo (CHA).

Desde el PSOE, Roberto Fernández, que aventuró que en el Consejo de Ciudad no se solucionará nada, insistió en que debe ser el pleno el que acuerde qué se hace con el rastro.

La popular Patricia Cavero, planteó la necesidad de dejar a un lado el problema de la ubicación para plantear el debate sobre la posibilidad de cambiar de día y que el rastro, en lugar de los miércoles (y domingos) se monte otro día de la semana.