La diputada del PP en las Cortes de Aragón Carmen Susín acusó ayer al Gobierno de Aragón en funciones de «tomar decisiones que están dañando todavía más la maltrecha sanidad aragonesa y hacerlo en un momento de interinidad, fuera de la luz pública y hurtando al resto de formaciones la posibilidad de ejercer nuestra labor de control parlamentario».

La diputada reprochó al Ejecutivo que la falta de presupuestos va a suponer perder «prácticamente un año para trabajar en cuestiones fundamentales como las infraestructuras de carácter sanitario», informó. «Mientras algunos se concentran en repartirse los sillones, los servicios empeoran, siguen los cierres de los consultorios en el medio rural, las urgencias se saturan, se cierran camas, las listas de espera aumentan y Aragón encabeza el ránking del aumento del gasto sanitario, a la vez que hemos visto cómo la Cámara de Cuentas alerta de los desmanes en el departamento de Sanidad», denunció Susín, en alusión a un reciente informe presentado por el órgano fiscalizador aragonés.

La conservadora mostró asimismo su preocupación por la licitación del contrato de transporte sanitario Programado que el Gobierno en funciones sacó a licitación el pasado mes de junio «con nocturnidad y alevosía, sin hablar con los profesionales y teniendo como precedente el polémico contrato de Transporte Sanitario Urgente».

HIPOTECA FUTURA

En opinión de la diputada, se tata de un contrato «malo, que va a hipotecar el servicio sanitario los próximos cuatro años, con deficiencias manifiestas para la prestación del servicio y con unas condiciones laborales pésimas». Susín también alertó de las consecuencias que el servicio de Transporte Sanitario Programado tiene para la saturación de urgencias, «ya que si el transporte no funciona correctamente es difícil gestionar correctamente las altas y que los pacientes de urgencias puedan subir a planta».