La portavoz de Economía del PP en el Ayuntamiento de Zaragoza, María Navarro, ha denunciado hoy que, de los 781 millones de euros del presupuesto de 2018, aún quedaban 190 millones por ejecutar el pasado 30 de noviembre, a solo 20 días del cierre de la contabilidad municipal.

Esta cifra de ejecución, del 75,7 por ciento, no solo es la más baja de todo el mandato, sino que el total de lo que resta por ejecutar supera a la suma de lo que quedó los tres años anteriores, 190 millones de euros frente a los 95 de 2015, 2016 y 2017.

Unos datos que aún son más "preocupantes" en el capítulo 6 de inversiones reales, ya que de los 72 millones presupuestados solo se han ejecutado 20, ha explicado Navarro en rueda de prensa.

En total, en los tres ejercicios precedentes se dejaron de invertir 30 millones de euros, mientras que, según la contabilidad municipal, este año aún quedan 52 millones por ejecutar a 20 días del cierre.

Además, la concejala popular ha subrayado que la gran mayoría de las enmiendas introducidas por PSOE, Ciudadanos y CHA están a cero, por lo que "de nada sirven" si no obligan al Gobierno de la ciudad a que las ejecute.

En el caso de las enmiendas socialistas, que suponen 9 millones de euros, solo hay un 4 por ciento ejecutado, ha asegurado.

"Los mejores alumnos de Montoro han sido el Ayuntamiento de Zaragoza", ha resaltado Navarro, quien ha quitado, no obstante, méritos a ZeC en la reducción de la deuda.

A su juicio, esta reducción se ha debido a tres factores -las leyes nacionales aprobadas por el PP, el crecimiento de la economía y los bajos tipos de interés- y ninguno de los tres dependía del Gobierno de Zaragoza, a cuyos miembros ha acusado también de ser "incapaces" de gestionar sus propios presupuestos.

Por otro lado, en cuanto al voto particular del PSOE a su proposición normativa para modificar la plusvalía "mortis causa" en la ciudad, ha señalado que todavía no lo conocen, pero que lo analizarán "con altura política".

El voto particular del Grupo Socialista no cuestiona que se generalice la bonificación del 95 por ciento en herencias de vivienda habitual o empresas familiares, que hasta ahora tenía un tope máximo en los 150.000 euros de valor catastral.

Sí que limita, no obstante, la bonificación del 20 por ciento en otras viviendas por debajo de los 150.000 euros, que el PSOE quiere reducir a solo un inmueble adicional.