El PP y el PAR han dado hoy el visto bueno en el pleno de las Cortes de Aragón al techo de gasto de 4.654 millones de euros que marcará el último presupuesto de la legislatura, con el rechazo de los grupos de la oposición, que niegan la recuperación económica y reclama políticas expansivas.

El consejero de Hacienda, Javier Campoy, ha explicado que el techo de gasto, que define a cuánto ascenderá el presupuesto del próximo ejercicio, está contemplado en las leyes de estabilidad presupuestaria de España y Aragón, que nacieron para dar respuesta a una "enorme" crisis económica que acabó con un modo de gestionar "sin garantías de control".

Estas dos leyes, ha agregado, vertebran el principio de estabilidad presupuestaria, que es la base real para el crecimiento económico, la creación de empleo y la mejora de los servicios públicos, que son los "auténticos retos" y a eso empeña el Gobierno su trabajo, pensando únicamente en el bienestar de los aragoneses, con "algún resultado ya hoy".

Según Campoy, controlar el gasto general es controlar el gasto necesario, con el compromiso de no reducir "para nada" el social, porque "no existe ya la pólvora del rey, el uso de los bienes públicos sin ningún tipo de control ni cuidado".

"No podemos gastar más de lo que tenemos", ha dicho Campoy, quien ha remarcado que la cifra de techo de gasto de 4.654 millones, un 0,43 % que este ejercicio, -20 millones más- viene justificada en una mejor perspectiva económica para el próximo ejercicio (de un crecimiento del PIB del 2 %) y en que la confianza en la eficacia del gasto haga más productivo el nivel actual.

Para el consejero, quien reduzca la estabilidad presupuestaria solo a recorte "se estará definiendo a sí mismo", porque el esfuerzo de ser eficaces, ahorrar en gastos superfluos y prestar los mejores servicios es lo que reclaman los ciudadanos, que saben que los problemas de hoy "no se resuelven con las recetas de antes de ayer".

Ha subrayado que el techo de gasto no supone, como algunos han dicho en las Cortes, la "defunción" de las políticas sociales y la imposibilidad de crear empleo, y ha criticado que haya quien diga que es el momento de gastar más porque las cosas van mejor, porque sería lo que haría un Gobierno "irresponsable" que incurriría de nuevo "en el mismo bucle interminable de crisis, sin recuperación total hasta el infinito".

"Algunos persisten en el mensaje de que el gasto público aun descontrolado es bueno siempre", un ideario de la izquierda que choca con el del PP, que junto con el PAR, ha dicho, es el único grupo que cree en la racionalidad del gasto público y en el equilibrio de las cuentas.

Sin embargo, los tres grupos de la oposición han votado contra el techo de gasto porque, según la socialista Ana Fernández, el PP insiste en una política "errónea"; según Adolfo Barrera, IU no va a ser "cómplice de esta aberración social", mientras que, para Gregorio Briz (CHA), se están pidiendo "a gritos" políticas expansivas y no quieren hacer "honor al austericidio".

Ana Fernández, del PSOE, ha indicado que su grupo no hace "actos de fe", ya que el techo de gasto se ha presentado con cuatro cifras sin más explicaciones sustentadas en una recuperación económica porque están en campaña electoral cuando "no hay raíces ni vigor".

Ha apuntado que lo único que ha cambiado para el debate de hoy ha sido el consejero de Hacienda, el tercero de la legislatura, lo que, según ha dicho, evidencia las dificultades de gestión de un Gobierno cuyo legado es más paro, pobreza y exclusión y también más deuda.

Barrena ha remarcado que el techo de gasto "es tan bajito que parece que lo quieren es que todo el mundo viva de rodillas", ya que las cifras retrotraen a niveles de 2008, y ha replicado a Campoy, respecto de las políticas de anteayer, que precisamente ahora Aragón está peor, cada vez hay más gente "en la miseria" y se deterioran más los servicios públicos.

Gregorio Briz, de CHA, ha rechazado el techo de gasto, como lo hará siempre con independencia de la cuantía, porque está en contra de la ley estabilidad presupuestaria, porque "agrede" al Estatuto de Autonomía, y ha insistido en que se están pidiendo "a gritos" políticas expansivas, como ha hecho EEUU, que ha creado ocho millones de empleos.

Antonio Ruspira, del PAR, ha defendido el techo de gasto y ha indicado que espera que no sea el último y se mantenga en el futuro porque a los aragonesistas les preocupa la gobernabilidad política, que es directamente proporcional a la credibilidad y confianza que se sepa transmitir, y que haya grupos que se permitan, ante la situación complicada que se avecina, de vaticinar la eliminación de las leyes de estabilidad presupuestaria.

Jorge Garasa, del PP, también ha defendido la estabilidad presupuestaria y ha insistido en que se va notando ya una "sensible" recuperación económica que hace que se pueda compatibilizar la reducción de impuestos y del gasto público preservando "todo lo esencial", al tiempo que ha replicado a los socialistas que fueron ellos los que dejaron el 80 por ciento del paro que hay cuando salieron del gobierno.