El Ayuntamiento de Calatayud aprobó ayer por unanimidad en la Junta Local de Gobierno, con los votos a favor de PP y PSOE, solicitar a los responsables del hospital Ernest Lluch que emitan "a la mayor brevedad el informe sobre las circunstancias del fallecimiento de Julián Lafuente Picazo". Los Servicios Sociales del consistorio bilbilitano han realizado a su vez un informe donde se relata la versión de la familia del joven de 20 años que murió el pasado martes en el hospital bilbilitano y que, según su madre y uno de sus hermanos, "no fue atendido con la premura que precisaba".

Según explicaron los familiares a este diario el pasado viernes, "Julián Lafuente tuvo que esperar 50 minutos en la sala de Urgencias --entre las 14.10 y las 15.00 horas-- a pesar de que llevaba el cuerpo lleno de manchas moradas y casi no sentía las piernas". El informe elaborado por el ayuntamiento relata que la madre tuvo que "dar una patada a la puerta e irrumpir en el pasillo de Urgencias del Hospital gritando para que le atendieran". Un testigo presencial, Juan José Longares, corroboró a EL PERIODICO DE ARAGON esta versión, y añadió que su estado era "evidentemente más grave que la del resto, pero ningún médico valoró su situación".

Por su parte, la consejería de Sanidad aseguró ayer en un comunicado que los médicos sólo tardaron 10 minutos en atender al enfermo, que aproximadamente una hora después falleció en la UCI al parecer por una sepsis meningocócica , lo que le provocó una parada cardiorespiratoria. En este comunicado el Salud indica que ni durante ese día, ni durante la entrevista mantenida entre la dirección del centro y la familia al día siguiente, estos se quejaron por los servicios recibidos.

El Salud sí reconoce que la familia le comunicó su disconformidad "con el tratamiento que le había sido pautado horas antes por profesionales de Atención Primaria", aunque la DGA no se manifestó al respecto en el comunicado.

ATENCION PRIMARIA Según los familiares de la víctima, a las 6.30 de la mañana avisaron por teléfono al centro de salud ya que Julián Lafuente tenía la 40 grados fiebre, pero el médico de guardia les dijo que seguramente "con una ducha fría y un Nolotil se le pasaría".

A las 10 de la mañana, Teresa Picazo, comprobó que su hijo no mejoraba y lo llevó al centro de salud. "El médico me dijo de nuevo que se trataba de un proceso vírico corriente", aseguró la madre, que ha tenido que ser ingresada en el hospital este fin de semana a causa de un cuadro de ansiedad provocado por la tensión de los últimos días. Precisamente, el ayuntamiento bilbilitano aprobó también ayer un acuerdo en el que se reclama al servicio aragonés de Salud que adopte "medidas" para garantizar una asistencia sanitaria adecuada en esta ciudad, algo innecesario según la DGA.