La dirección del Partido Popular está barajando seriamente la posibilidad de dejar de apoyar las modificaciones presupuestarias que lleva el Gobierno a las Cortes para que sean aprobadas por los grupos. La condición, novedad de esta legislatura, es que para que el Gobierno pueda sacar adelante estas nuevas modificaciones, deben ser aprobadas en la comisión de Hacienda siempre que superen el importe de los 100.000 euros. Hasta ahora, ha habido una gran coincidencia en los votos entre el PP y el PSOE en este asunto, que sin embargo puede romperse este mismo lunes, cuando hay que decidir la modificación presupuestaria de diversos créditos por un importe global de 63 millones. En algunos casos, los créditos son significativos, como los más de 13 millones que se mueven en Educación o 30 en Desarrollo Rural. Por eso, barajan la opción de dejar de votar estas iniciativas y hacerlo en aquellas que consideren que sea de estricta responsabilidad institucional.

Los populares están visiblemente molestos con el PSOE por lo que consideran que han sido varias las personas del Gobierno que han sido desleales en sus últimos ataques en sede parlamentaria con el PP, especialmente en un asunto en el que socialistas y populares llegaron a un acuerdo: el estudio conjunto del artículo 108 del Estatuto que abre la puerta a una financiación bilateral entre Aragón y el Estado. En las filas populares ha sentado mal, y así se ha hecho saber indirectamente, que el consejero de Presidencia reprochara la actitud del presidente del PP aragonés, Luis María Beamonte, en esta cuestión.

distintas versiones / Todo viene a raíz de unas declaraciones del dirigente popular el pasado 12 de junio en la que instó al Gobierno de Aragón a no buscar en la bilateral aspectos que pudieran confrontar las relaciones con el Estado, como el artículo 108 «que tiene el encaje que tiene» y que, a su juicio, podían generar una situación de «tensión y fractura».

Unas declaraciones que tampoco sentaron bien al Gobierno aragónes, máxime cuando se estaba cerrando con el Ejecutivo central la negociación de este punto con éxito. Diez días después, tras la reunión de los portavoces parlamentarios para ser informados de la bilateral, el PP aragonés cambió el tono y se mostró favorable a debatir este punto. Sin embargo, una vez celebrada la cumbre, con el «salto cualitativo» de que este controvertido articulo estaría en la agenda política de los próximos meses, Guillén reprochó de nuevo las palabras de Beamonte y hubo una confrontación dialéctica entre el líder del PP y la bancada socialista que ha sentado mal en los populares.

El PP ya amagó el pasado 16 de junio con dejar de apoyar las modificaciones presupuestarias tras varios encontronazos con el consejero de Hacienda, Fernando Gimeno. Tanto de signo ideológico, ante la distinta postura sobre la fiscalidad, como por lo que consideran un tono especialmente soberbio del consejero, al que se le han apoyado todas las modificaciones que ha requerido, en un acto que los populares consideran de pura lealtad institucional. Sin embargo, algo ahora puede cambiar y están estudiando seriamente la opción de dejar de apoyar, este mismo lunes, las modificaciones presupuestarias de unas cuentas públicas que apenas llevan mes y medio aprobadas.

En este sentido, y como señal de su enfado, forzarían al Gobierno a que tratara de sacar adelante estos cambios presupuestarios con Podemos, una formación que ha sido mucho más crítica --e incluso en ocasiones ha rechazado o se ha abstenido en las modificaciones-- que el PP a la hora de votar con el Gobierno en esta cuestión.

Recientemente, la interventora ya indicó la necesidad de afrontar estos pagos con nuevas modificaciones, ante problemas de tesorería que rondan los 160 millones de euros, motivados en parte por la falta de aprobación de los presupuestos estatales.