El pulso político por la municipalización del servicio de atención telefónica del 010 en el Ayuntamiento de Zaragoza sigue generando agrios enfrentamientos entre el responsable de Servicios Públicos y Personal, Alberto Cubero, y la oposición. Ayer, en la comisión plenaria, a propósito de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) de la semana pasada, que mantenía viva la suspensión cautelar de la misma. El concejal de Zaragoza en Común (ZeC) acabó soliviantando a todos y el PP ya le avisa de que sopesa exigirle «responsabilidades patrimoniales» por su «empecinamiento».

Pese a recibir «un varapalo de órdago a la grande» como el del pasado viernes, subrayó el concejal conservador José Ignacio Senao, quien remarcó que «su estrategia ha sido un gran fracaso». Le recordó que, aunque en el juzgado de lo social le obligara a pagar los salarios a las 14 trabajadoras, el proceso de municipalización sigue suspendido cautelarmente en vía administrativa. Le acusó de manipular a las trabajadoras mientras los letrados, sus «colaboradores necesarios», le hacían el «trabajo sucio» de continuar el litigio. «Su futuro después de la política será volver a las barricadas, y el ayuntamiento, si no lo ha incendiado antes de irse, lo intentará después desde ellas», subrayó.

«Vine a defender los servicios públicos y a los trabajadores y asumo las consecuencias», replicó Cubero, quien aprovechó para reprocharle que el PP no puede acusar a nadie de no saber de derecho «cuando les regalan las carreras». Pero soliviantó a todos al añadir que «consideran que las trabajadoras van a ser engañadas porque son mujeres y tienen trabajos precarios», pero que «tienen infinita dignidad» y «más altura política que ustedes».

Esto enfadó a todos. Hasta a la socialista Marta Aparicio, que no había participado de la discusión: «Todos los comunistas siempre han sido machistas. Y lo siguen siendo», exclamó al abandonar el salón de plenos cuando la comisión ya había concluido.