Vino Arenas, que es el presidente de la comisión promotora de la Expo Zaragoza 2008, y ofreció dineros y mercedes, pero a nada se comprometió finalmente y fuese sin que le sacaran una cifra ni una fecha. Vino Rajoy y no habló del trasvase como había anunciado, pero en cambio prometió ortodoncias y tratamientos médicos estupendos, cuya competencia (y pago) corresponde sin embargo a las comunidades autónomas. Vino la ministra Rodríguez, candidata cunero-acuática por Murcia, y anduvo por Huesca sin cortarse un pelo vacilándoles a los alcaldes montañeses y luciendo tan ricamente su trasvase ante las señoras de la derecha rural altoaragonesa (¡bendita tierra nuestra, que todo lo aguanta con paciencia y mansedumbre!). Y así fue tirando la cosa pre-electoral, con el PP rampante y rutilante escurriendo hábilmente el bulto y los otros peleando a la defensiva.

Los socialistas andan medio apagados, lo cual que uno no sabe si su estrategia es recoger votos por la vía de darle pena al elector. Belloch, como está por la labor expositiva, trata al Gobierno central con guante blanco y el otro día hasta intentaba concretarle los mensajes al señor Arenas (hasta que éste le cortó advirtiendo que ni concreciones ni gaitas, que él se iba por las ramas y punto pelota). Por su parte, el candidato Alfredo Arola parece que quiere ganarse el coscurro no sé si con efectos retroactivos o por anticipado, pero el caso es que le plantó cara a Rajoy (al que recordó los 29 millones de euros que el Gobierno central le debe todavía a la DGA por la transferencia sanitaria), mas sus argumentos quedaron un tanto en sordina. Hubo de venir Larraz a ratificarlos y recordar al respetable que Aragón aún tiene gobierno autónomo y que en éste el PSOE es socio mayoritario. ¡Oooh!

La CHA se mantiene a la expectativa, parapetada detrás de Labordeta que no es mala barricada. IU y PAR se aprestan a cumplir los requisitos de la campaña, soñando ambos con un milagro imposible. Tengo para mí que todos miran hacia el porvenir con recelo, abucharados por la exhibición de audacia, aciertos estratégicos y habilidad táctica que está desplegando el PP. En cuanto a la ciudadanía, salvo los interesados y los incautos, ya se da cuenta de que la comedia de estos días viene a ser un cachondeo, pero por si acaso se apresta a votar al menos malo. Como siempre, pero más.