La tradicional "Cincomarzada", escaparate festivo de las reivindicaciones vecinales de Zaragoza, cumple hoy 40 años desde su recuperación en 1979 con actividades durante todo el día y con los actos principales marcados por el ambiente de precampaña electoral, desfile de candidatos incluido.

Zaragoza tenía ganas de reivindicar después de que el año pasado la fiesta fuera suspendida hasta en dos ocasiones por la lluvia, y así lo prueba la multitudinaria afluencia al Parque Tío Jorge, epicentro central de la celebración, empujada también por un día primaveral y soleado con temperaturas superiores a los 20 grados.

La Cincomarzada conmemora la victoria en 1838 de la ciudad de Zaragoza (partidaria de Isabel II) frente al ataque de los carlistas, que eran fuertes en zonas del norte de España, un episodio bélico que generó en un evento festivo marcado por la reivindicación.

Como ha recordado en el manifiesto el presidente de la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ), Manuel Arnal, fue una fiesta que se permitía en función del color del gobierno de turno -solo se celebraba cuando los que estaban en el poder eran los liberales- y, como cabría esperar, fue prohibida durante la dictadura.

En esta ocasión, amenizados por las tradicionales dulzainas aragonesas, las diferentes asociaciones de vecinos de la ciudad han desplegado sus pancartas con reivindicaciones de todo tipo: la mejora de la movilidad en Santa Isabel, menos listas de espera en la sanidad pública, la peatonalización del Casco Histórico, el derecho al descanso, la finalización de la reforma de la Avenida Cataluña o una solución para la Estación del Norte, entre otras.

Se ha pasado de, en 1979, reclamar que el asfaltado se extendiera a zonas de la ciudad a las que no llegaba, a pedir mejores asfaltados, por lo que no todas las reivindicaciones caen en "saco roto", aunque muchas sí que se repiten a lo largo de los años, reconoce el presidente de la FABZ.

Pero han sido tres las reivindicaciones que han marcado el 40 aniversario de la fiesta: las de la huelga feminista del 8 de marzo, el rechazo al Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA) y la exigencia a los grupos municipales de aprobar el presupuesto de 2019, paralizado de momento por las objeciones del PSOE y con las entidades sociales como principales perjudicadas.

La casualidad ha querido que, precisamente cuando se leían estos puntos, que aluden especialmente al PSOE, la candidata de este partido a la alcaldía, Pilar Alegría, diera sus declaraciones.

Alegría ha felicitado a la FABZ por su labor y ha reiterado que fue un alcalde socialista (Ramón Sáinz de Varanda) quien recuperó la fiesta y que ellos siempre ha recogido estas reivindicaciones, mientras que de la falta de presupuesto ha responsabilizado a ZeC por la baja ejecución de sus enmiendas.

Por su parte, el alcalde, Pedro Santisteve, ha tenido su oportunidad en el escenario después del manifiesto de la FABZ, donde ha expresado que se reconoce "en la lucha por la mejora de nuestros barrios" y que "no hay nada que hacer" sin una "escucha activa" a los vecinos.

"Muchas gracias, mucho ánimo, mucha fiesta y mucha lucha", ha concluido Santisteve ante los aplausos de una carpa casi repleta de asistentes.

También ha acudido el portavoz y candidato de CHA, Carmelo Asensio, quien ha destacado el significado del 5 de marzo por haber contribuido a construir "una ciudad mucho más amable" y ha animado a seguir reivindicando.

Distintas siglas pero todos han coincidido en una cosa: en su alabanza al movimiento vecinal y en la necesidad de seguir reivindicando.

El acto principal ha estado precedido de la llamada "Marcha de los barrios", un paseo lúdico reivindicativo desde la Plaza del Pilar al Parque Tío Jorge, que acoge actividades hasta las 19 horas con un escenario infantil, otro para mayores y otro sin alcohol, además del principal.