A pesar de que el año 2016 fue el mejor para el turismo desde la Expo, los trabajadores de este sector se han reducido en un 26,51%, es decir, hay 1.237 personas menos trabajando en los hoteles aragoneses. Así lo reveló ayer un informe sobre Actividad turística, empleo y negociación colectiva en el turismo aragonés elaborado por CCOO. El estudio pretende mostrar la cara b del turismo en España y Aragón para denunciar la actual situación de los trabajadores del sector, y en especial, la de las camareras de pisos, quienes sufren «grandes cargas de trabajo» y «precariedad laboral».

El aumento del turismo, «significa más aumento de carga de trabajo, precariedad y empleo sumergido así como contratos parciales y fraudulentos. Además hay que añadirles los falsos autónomos y los contratos formativos», explicó el responsable de Relaciones Institucionales de CCOO, Gonzalo Fuentes.

Las mujeres ostentan las contrataciones más precarias y se ven más afectadas por los trabajos temporales. A ello se suma su mayor dificultad para acceder a altos cargos directivos. «Es un problema que a las mujeres se les condene a las labores domésticas. Ellas salen en peores condiciones al mercado laboral y además tienen carga doméstica», apuntó el gerente Turismo Aragón, Jorge Marqueta.

En la presentación tampoco faltó el testimonio de las trabajadoras de pisos. «Nos pagan a dos euros la habitación con ratios de 18 diarias. Es un convenio esclavista», criticó una de ellas, Gloria Distefano. Además del estudio, también se presentó un libro que recoge los testimonios y experiencias de estas trabajadoras. Las que limpian los hoteles. Historias ocultas de precariedad laboral es una obra del investigador Ernest Cañada que ha publicado con la colaboración de CCOO y UGT.