Caspe recreó ayer por cuarto año consecutivo el acto del juramento de los compromisarios, un momento clave para el posterior desarrollo del Compromiso. Desde el consistorio recordaron que esta celebración, que tuvo lugar en el interior de la colegiata por culpa del viento, es la reconstrucción histórica más cercana a la realidad de todo Aragón. «Estamos ante una fidedigna aproximación a un hecho histórico que sucedió tal como se recrea, utilizando el mismo vestuario, diálogos y escalinata que los vio jurar en 1412», expresaron desde el área de cultura del consistorio, encargados de poner en marcha la representación con la ayuda de varias asociaciones de la localidad.

El acto sirvió para escenificar el momento en el que los futuros compromisarios juraron públicamente y se comprometieron a actuar según sus conciencias en el encargo que les había sido encomendado desde sus respectivos parlamentos. Lo hicieron siete de ellos, pues dos todavía estaban viajando a la actual capital del Bajo Cinca cuando tuvo lugar la celebración dos domingos después del Domingo de Resurrección. «Estamos muy satisfechos con el resultado, sobre todo porque cada vez viene más gente a disfrutar del momento», indicó el alcalde, Jesús Senante.

Más de 300 personas estuvieron presentes en la iglesia en el momento en el que los actores escenificaban la firma. En la fiesta colaboran unos 80 vecinos, además del coro gregoriano y de la asociación Vestimentum, encargada de velar por el rigor histórico. También hubo actividades paralelas como un demostración de armaduras medievales.

Al mismo tiempo, en Alcañiz también de volvió a 1412 para recordar la firma de los pactos de la concordia, el paso previo a la celebración del Compromiso. En esta localidad se decidió cómo de iba a solucionar el conflicto dinástico. En medio de la recreación, que se celebró por primera vez, también se pudo disfrutar de un surtido mercado de productos tradicionales.