La VI edición de los Premios José Antonio Labordeta, que se ha celebrado este lunes en el teatro Principal de Zaragoza, coincidiendo con el décimo aniversario del fallecimiento del emblemático cantautor aragonés, ha repartido siete galardones cargados de emotividad y bajo la funesta sombra del coronavirus.

Por ello entre los premiados figuran todas las unidades de cuidados intensivos (ucis) de Aragón y, a título póstumo, la figura del cantautor Joaquín Carbonell, cuyos hijos, Nicolás y Alejandro, han recogido la estatuilla que lleva aparejada la convocatoria de manos de Juana de Grandes, viuda de Labordeta y presidenta de la fundación que lleva su nombre.

Además, el célebre restaurante Casa Pascualillo, ubicado en El Tubo Zaragozano y que acaba de cerrar sus puertas forzado por la crisis económica derivada de la pandemia, también ha recibido un reconocimiento que ha ido a parar a sus propietarios, Guillermo y Teresa.

Experiencia y nuevos valores

También han sido premiados el humorista Marianico el Corto, la escritora Irene Vallejo, la artista plástica Julia Dorado y el periodista y literato Antón Castro. En todos los casos, los galardones han sido entregados por jóvenes del mismo campo de actividad, como una forma de visualizar el encuentro entre la experiencia de los premiados y la savia nueva que pugna por abrirse paso en la comunidad.

La ceremonia de entrega, que se ha hecho respetando las medidas de seguridad frente al covid, ha sido presentada por el actor y humorista Jorge Asín mientras en una pantalla iban apareciendo caricaturas de los premiados realizadas por Luis Grañena. La cantante Isabel Marco interpretaba temas de Labordeta (y uno de Carbonell) y al piano se hallaba Alfredo González.

Irene Vallejo, al recoger el galardón, consistente en un busto en acero cortén del cantautor, ha hecho referencia al «legado inmenso» de Labordeta como poeta, profesor y andariego. Por su parte, Julia Dorado ha hablado de la importancia que tenía el premio para ella tras una trayectoria de 60 años y ha dicho que aún ve de vez en cuando episodios de Un país en la mochila.

"Paseando por Zaragoza"

Responsables de las ucis de los hospitales aragoneses han recogido el galardón, personalizando a los trabajadores sanitarios que combaten la pandemia «en primera fila», y han dejado constancia del «estrés emocional» y del «duro sobreesfuerzo» que ha supuesto y supone para ellos luchar contra la epidemia. «Lo dedicamos a los pacientes fallecidos y a sus familias», han subrayado todos ellos en sus alocuciones.

Antón Castro ha leído una carta que ha escrito al cantautor y ha señalado que «a veces da la impresión de que estás vivo y hablando en las tertulias de Casa Emilio» o «paseando por la Zaragoza» que amaba más de lo que se traslucía en la letra de sus canciones y libros.

Miguel Ángel Tirado, más conocido como Marianico el Corto, ha dedicado el premio a su familia, a la que ha dado las gracias por soportar sus largas ausencias de casa, siempre viajando de ciudad en ciudad para trabajar en revistas, teatros y programas televisivos. Al final de la gala, los premiados han subido al escenario para la foto del acto entre los aplausos del público.

Carbonell recibirá un homenaje

El cantautor turolense Joaquín Carbonell ha recibido hoy a título póstumo un premio Labordeta que recogieron sus hijos, Nicolás y Alejandro, que han anunciado que el próximo mes de enero la sala Mozart de Zaragoza acogerá un homenaje a su padre cuya recaudación se destinará a la lucha contra el covid. El acto tendrá lugar el 21 de enero, precisaron. La figura de Carbonell ha sobrevolado todo el acto de entrega de los premios.

Y la propia presidenta de la Fundación Labordeta le ha pedido perdón por haber retrasado tanto la entrega del reconocimiento. «Lo siento, Joaquín», ha dicho, en tono dolido. Ha explicado que el nombre de Carbonell se barajó en otras ediciones pero que ella lo encontraba todavía «joven» para recibirlo, pues fue alumno suyo y siempre lo vio como alguien de una generación reciente.