La recogida de ropa tiene un enorme potencial, pero en los últimos meses también han empezado a proliferar otras redes que, según ha comprobado este diario, nadie está controlando y a veces sirven para autoabastecer a quienes apelan a la solidaridad de la gente.

El modelo de colocar un contenedor de cartón en las comunidades de vecinos, pidiendo ayuda para personas con escasos recursos empieza a preocupar porque nadie sabe ni quiénes están detrás, ni qué destino tiene el textil. En el ayuntamiento --IU lo denunció la semana pasada-- y en proyectos como ARopa2 "por la mala imagen que se pueda generar o la desconfianza", no porque estén compitiendo, ya que Zaragoza produce al año unos 1,5 millones de kilos, el triple de lo que ellos recogen.

Recyretex es una de las entidades que hacen esa otra recogida en los patios y afirmó a este diario que "llevamos la ropa a un particular". Pero no aclaró ni a quién ni el destino de ese textil. Y admitió que a veces se viste con la ropa que recoge. "Si veo una chaqueta que me vale a veces me la quedo, pero todo no es de mi talla", apuntaba. Pero hay otras, dos más al menos, y una tiene ya una nave en el polígono Empresarium. Aunque hay que destacar que no es una actividad ilegal.