La orden de desalojar el centro de Griébal ha extendido la preocupación de los familares de los campistas. Los responsables de los scouts recibieron llamadas procedentes de Bélgica o Estados Unidos preocupadas por el riesgo de incendio. Griébal acoge a unos 500 campistas, de los que el 80% son de fuera de Aragón y su última inversión ha sido de 120.000 euros en arreglar una casa.