Las familias del colegio Ramón y Cajal, en Pina de Ebro, estaban ayer «preocupadas» ante la posibilidad de que los alumnos que se han quedado sin plaza en el centro tengan que acudir al concertado de la localidad. Esa es, al menos, una de las opciones que se les trasladó desde la dirección provincial de Educación, según aseguraron a este diario algunos de los padres. Estos, junto a miembros del Ampa y de la dirección del colegio, mantuvieron ayer una reunión con la alcaldesa Marisa Fanlo. El Ramón y Cajal dispone de 19 plazas y ha registrado 21 peticiones. Fuentes del Departamento de Educación apuntaron que «está por decidir» cómo actuar en este centro. Existe la opción de ampliar la ratio, para acoger a los dos alumnos que quedarían fuera. En cualquier caso, las familias no quieren «ni plantearse» la opción de ir al concertado. «No compartimos ni las ideas, ni queremos que nuestros hijos estudien Religión ni mucho menos nos planteamos la opción de tener que pagar una cuota», añadieron las familias. «Nos vamos a negar a realizar un sorteo si no hay otra opción», dijeron.