Las principales Asociaciones de Vecinos del distrito del Rabal de Zaragoza (Arrabal, La Jota, Barrio Jesús, Vadorrey y Picarral) manifestaron ayer su preocupación por las obras iniciadas en la calle Don Jaime para elevar la calzada a la altura de la acera para mejorar la accesibilidad y además exigen que se garantice la circulación del transporte público.

A su juicio, cuando se plantea una obra, debe llevar aparejada un proceso participativo o consultivo con las partes afectadas directa o indirectamente, y, en este caso «las partes afectadas no son solo los comerciantes y vecinos de la propia calle, sino todos aquellos que de forma indirecta necesitan de esta vía para sus desplazamientos».

La calle Don Jaime es la vía directa y más rápida para la comunicación en transporte público de los vecinos por lo que cualquier incidencia presente o futura «obligaría a realizar rodeos innecesarios».