El presidente del centro de mayores Salvador Allende del Matadero de Las Fuentes y exresponsable del Consejo Aragonés del Mayor, Jesús Giménez, negó ayer, en su declaración como testigo en el juicio del caso Becerril, que fuera él quien efectuó las falsas afiliaciones de decenas de jubilados a la agrupación del PSOE de Garrapinillos.

La Fiscalía imputa al exteniente de alcalde de Zaragoza un delito de blanqueo de capitales por, presuntamente, reintroducir en el mercado legal a través del pago de más de medio centenar de cuotas de afiliación de personas que desconocían que militaban en ese partido 7.420 de los 20.340 euros con los que, supuestamente, Carmelo Aured le habría huntado durante tres años por las gestiones que efectuaba para empresas de sus amigos interesadas en contratas municipales.

Becerril, que se enfrenta a una petición de condena de cuatro años de prisión y 16 de inhabilitación por cohecho, blanqueo, tráfico de influencias y negociaciones prohibidas, negó que hubiera recibido sobornos y aseguró que pagaba parte de esas cuotas --que le daban peso orgánico en el PSOE-- "porque cobraba 100.000 euros al año y me lo podía permitir".

Aured, para quien la Fiscalía solicita dos años de prisión, niega que recibiera información confidencial del exedil. Ambos se sientan desde el lunes en el banquillo de los acusados de la Audiencia frente a un jurado popular junto con Juan Carlos Esteban, para quien el ministerio público pide año y medio.

JUBILADOS Giménez presidió del 2002 al 2014 el centro de mayores, en cuyas actividades participaban la mayoría de los falsos afiliados, negó tanto que él efectuara las afiliaciones como que pasara datos de los jubilados para ello a Víctor García, ya fallecido y que ocupaba la secretaría de Organización del PSOE de Garrapinillos. "No me cogió ningún dato, jamás me presentó una ficha", dijo, antes de añadir que "yo con él hablé tres veces".

Admitió que a principios de la pasada década estuvo durante seis meses inscrito como simpatizante a principios de siglo. "Vino un día el tal Víctor, me dijo si quería colaborar y no tuve inconveniente", explicó. "Dejé de pagar cuando Víctor me lo dijo", añadió.

Durante las casi dos horas que duró la sesión de ayer pasaron por la sala treinta afiliados --voluntarios e involuntarios-- al PSOE de Garrapinillos. Los diez que se afiliaron conscientemente explicaron que pagaban las cuotas desde sus cuentas bancarias, aunque varios de ellos recordaron que, años atrás, se las entregaban en mano a Víctor García. "A veces, hasta tomando cervezas nos las reclamaba", explicó uno de ellos.

Los falsos afiliados corroboraron las versiones de la treintena de testigos de la víspera: ni se habían inscrito ni eran suyas las firmas de las fichas.

Por otro lado, tres exempleados de la sucursal de la CAI de Garrapinillos aseguraron no recordar cómo fueron abiertas las cuentas desde las que Becerril pagaba las afiliaciones, aunque anotaron que "lo normal" es que las abriera en la oficina.