Marcelino Iglesias centró ayer sus objetivos, de cara al mandato de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno de la nación, en frenar el proyecto de trasvase del Ebro, negociar con el Ejecutivo central y "no excitar" los asuntos territoriales. Iglesias admitió que con el nuevo Gobierno "no vamos a resolver todos los temas", pero resaltó que "en unos días he podido hablar con Zapatero más que con Aznar en ocho años". El presidente aragonés contrapuso esta actitud a "cuando venían los ministros, les ponían la alfombra roja, nos insultaban y luego se marchaban". "No se trata de ir a Madrid a pedir una carretera para mi pueblo, sino explicar en Madrid qué papel clave puede jugar en el Noreste", afirmó. Iglesias respondió así en el pleno de las Cortes a una pregunta del portavoz de CHA en las Cortes, Chesús Bernal, quien advirtió que si en algo se tiene que notar un nuevo Gobierno es en el hecho de que "el suyo no baje el listón" en sus reivindicaciones básicas.