El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), Manuel Bellido, abogó ayer, con ocasión de la apertura del año judicial, por «acometer definitivamente un nuevo modelo organizativo» con el fin de conseguir que los tribunales funcionen de «una manera más racional», especializada y «en un entorno digital».

En este sentido, recordó que la actual organización tiene su origen en el modelo ya anticuado del siglo XIX. Para salir de ella, añadió, «es necesario romper con la atomización de los órganos judiciales, concentrando funcionarios y servicios». De esta manera, aseguró, se logrará que los recursos y humanos disponibles sirvan a varios órganos judiciales, en función de las necesidades.

Bellido, no obstante, reconoció que se van dando pasos en esa dirección. De hecho, calificó de «paso trascendental» en la modernización de la justicia aragonesa el proceso de digitalización que se llevó a cabo en la pasada legislatura, medida, dijo, que ha colocado a la comunidad «en una posición avanzada».

Para el presidente del TSJA, se trató de «la transformación más importante que se ha producido en Aragón desde el punto de vista de la tecnología aplicada a los tribunales». Claro que advirtió de que «no es una transformación fácil». Por un lado, dijo, plantea problemas técnicos de adaptación a la nueva forma de trabajar, y, por otro, es la puerta de entrada «a un cambio mucho más profundo» en tanto que «la tecnología se aplica a la realización de una actividad intelectual compleja como la judicial».

DEL PAPEL A LA PANTALLA

El paso de la página de papel a la pantalla supone avanzar en un mundo complejo al que es necesario entrar, pues «el mundo se encamina sin remisión a la completa digitalización».

Manuel Bellido se refirió al final de su discurso a otras necesidades importantes: la conveniencia de potenciar la mediación judicial y avanzar en la ejecución del plan director del palacio de los Condes de Morata, sede de la institución, donde tuvo lugar el acto de ayer.

Abrió la sesión el fiscal superior de Aragón, José María Rivera, quien centró su discurso en la explicación del papel del ministerio público. En esta línea, señaló que el pasado año judicial tuvo «una particular importancia» para los fiscales debido a la retransmisión televisiva del proceso seguido por el Tribunal Supremo contra los acusados de rebelión a raíz del referéndum ilegal organizado en Cataluña en octubre del 2017.

«La ciudadanía ha constatado la labor de los fiscales y ha tomado conciencia de la existencia e importancia de esta institución, no siempre bien conocida y normalmente encasillada en estereotipos derivados de novelas, películas o series televisivas que poco o nada tienen que ver con la esencia del ministerio fiscal», afirmó Rivera. El fiscal superior calificó de «modélica» la actuación de los cuatro representantes del ministerio público en la vista oral y aseguró que había servido para dar a conocer su función ante el gran público.

ASISTENTES

Al acto asistieron el presidente de Aragón, Javier Lambán; la delegada del Gobierno, Carmen Sánchez; el presidente de las Cortes, José Javier Sada; el Justicia, Ángel Dolado; y la consejera de Presidencia, Mayte Pérez, entre más de un centenar de personas y representantes de diferentes instituciones.