osé Luis Yzuel es el nuevo presidente de la Federación Española de Hostelería (FEHR), que cumple cuarenta años, sustituyendo al también aragonés, pero radicado en Lérida, José María Rubio, que se ha integrado en la nueva junta, agotado el plazo máximo en el cargo.

Sigue así la cabeza de esta importante asociación, que une a todo el sector de la hostelería española, en la periferia, equidistante tanto del centralismo madrileño, como de la particular visión de la hostelería costera. Lo cual es bueno para el sector, y para Aragón, que está apostando por el turismo y la gastronomía como motor de desarrollo, y afianza su influencia en el panorama nacional.

Sostiene Yzuel en su programa la coordinación de actuaciones para la solución de problemas comunes en diferentes partes del territorio nacional; el desarrollo de herramientas para consolidar la profesionalización del sector; mantener y ampliar las alianzas estratégicas con el resto de agentes sociales; desarrollo de un portal de empleo de referencia para el sector; desarrollo de acciones que doten de visibilidad a la oferta gastronómica, que favorezcan el incremento de tráfico a los establecimientos. Y apuesta por la modernización del sector, que pasa por una digitalización de los negocios, a la par de un relevo generacional.

Como ha demostrado en Aragón, Yzuel es un dirigente empresarial de enorme capacidad política, que sabe buscar acuerdos con la administración y también entre los diferentes intereses del sector, no siempre coincidentes. Si aquí impulsó el renacimiento de la confederación hostelera que agrupa a las tres provincias, es de esperar que haga lo mismo en el resto del Estado.

Pues aunque nuestra hostelería viva un cierto dulce momento, gracias al auge del turismo, no hay que olvidar que se trata de una situación coyuntural, fruto del caótico estado del resto del Mediterráneo, donde se encuentra nuestra auténtica competencia. Y para consolidar un modelo más profesional y avanzado hará falta mucho diálogo. Hable pues, Yzuel.

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