Vivir en una de las tres capitales de Aragón significa, atendiendo a los datos publicados esta misma semana por el Ministerio de Hacienda, pagar menos impuestos y también recibir menos dinero del Estado y la comunidad autónoma. Este es el patrón que se sigue en el caso de Zaragoza y Teruel, que con 618,88 y 520,64 euros por habitante, están por debajo de la media estatal, de 625,17. Y casi en el caso de Huesca, que con 639,61 euros por habitante se sitúa por encima de este promedio y, con 52.418 personas viviendo en ella, cada uno de ellos paga más en impuestos y tasas que un zaragozano en una ciudad que multiplica por catorce su población.

Ni qué decir tiene, en el aspecto positivo, que se encuentran a más de 200 y 300 euros menos por persona que las dos capitales de provincia más grandes de España, Madrid (con 975,15) y Barcelona (826,62), y por debajo de hasta 27 de las 50 que hay. En el caso de Teruel, por suerte para sus residentes, es la quinta por la cola y su presión fiscal solo es mejorada por Cáceres (519,73), Badajoz (517,96), Valladolid (515,41), Las Palmas de Gran Canaria (485,56) y Jaén (443,69).

AFECCIÓN

El problema, en su caso, es que si no es vía impuestos, ¿cómo puede disponer de ingresos suficientes para costear sus servicios? Pues o se repercute en el bolsillo de los ciudadanos para disfrutar de los mismos, o llega procedente de la participación de los ingresos del Estado y de lo que reciben de la comunidad autónoma. Y es ahí donde, atendiendo los datos facilitados por Hacienda, se evidencia que Aragón es una de las comunidades que menos aporta a los ayuntamientos de sus capitales de provincia. Comparativamente, cogiendo el ejemplo anterior de Cáceres y Badajoz, ambas perciben 218,39 y 250,71 euros por habitante, respectivamente, muy lejos de los 193,05 que se recibe por cada turolense. Y nada que ver con los 316,18 euros en los que se fija la media estatal. Y es achacable a la DGA porque las aportaciones del Estado son, más o menos, unitarias por el peso que tiene la población a la hora de establecer la cuantía anual a transferir.

Y si, en el caso de Teruel, sus 35.961 habitantes serían motivo suficiente para explicar la diferencia con esas dos localidades extremeñas, Huesca, con 52.418, va a la par de la capital turolense, con 202,34 euros transferidos por persona. Zaragoza, siendo la quinta capital de España con 700.000, está a la cola de las grandes ciudades al recibir de las dos administraciones un total de 360,40 euros por zaragozano. Nada que ver con los 676,23 en Barcelona, los 628,24 en San Sebastián, los 523,99 en Cádiz, 470,79 en Sevilla, 437,95 en Madrid, 407,55 en Santa Cruz de Tenerife o 399,47 en Valencia. Menos impuestos, menor transferencia... menos ingresos totales para las arcas municipales.

Zaragoza, con 1.050,84 euros por cada uno de sus 682.004 habitantes en el 2013, y siendo la quinta ciudad del país ocupa la posición 18 en este apartado. Pero es que Huesca está en la 31 --con 936,02 por oscense-- y Teruel la 39 (con 846,76).