Dos agresiones en menos de un mes a funcionarios de prisiones de Zuera a manos de internos que sufren algún tipo de enfermedad mental. El último incidente lo protagonizó un joven que ya fue trasladado desde la cárcel de Pamplona por su mal comportamiento y que en el centro zaragozano ha vuelto a repetirse con la agresión a cinco trabajadores. El hombre también reventó la sala de comunicaciones en el momento en el que estaba hablando con sus familiares.

Unos hechos que denuncia el sindicato de prisiones Acaip. «Se ha detectado un aumento de internos con enfermedades mentales y la falta de medios humanos y medios técnicos para trabajar con ellos cuando se vuelven violentos», destacan desde este colectivo que resalta que «Instituciones Penitenciarias no tiene psiquiatras propios y se depende de los especialistas de la DGA, que pasan visitas esporádicas, por lo que no se puede contar con su actuación en los momentos en que estos internos se tornan agresivos». Una falta de médicos propios y de funcionarios de vigilancia que no cubren las necesidades y que desde Acaip lo relacionan con «la escasez en la ofertas de empleo público de los últimos años».

Asimismo, resaltan «la irregularidad» que supone tener en una cárcel común a un preso declarado inimputable por sus problemas psiquiátricos y al que los tribunales enviaron a cumplir una medida de internamiento a un psiquiátrico penitenciario.

Todo empezó el domingo por la tarde durante la comunicación por locutorios con sus padres. En un momento dado, durante la conversación con ellos, empezó a romper los cristales del locutorio que ocupaba, así como el mobiliario ahí presente. Ante esa situación fue sacado de dicha sala por los funcionarios y aislado provisionalmente.

Posteriormente, el lunes por la mañana, tras romper los cristales de la ventana de la celda que ocupaba en el departamento de Aislamiento, desde la dirección de la cárcel decicieron cambiarlo de celda. Hecho que no lo puso fácil, ya que se resistió a dicho traslado y arremetió contra los funcionarios, agrediendo a cinco de ellos de distinta consideración debido a su corpulencia, a su juventud y a su enfermedad psiquiátrica.

De los cinco funcionarios intervinientes, dos de ellos se encuentran de baja por contusiones a la espera de revisiones traumatológicas. El resto han sufrido contusiones leves y uno de ellos la rotura de sus gafas.

Por todo ello, Acaip está siguiendo un calendario de movilizaciones debido a esta falta de personal y la «nula aportación de medios tanto humanos como materiales por parte de la Administración Penitenciaria».

«Creemos que existe un abandono del Ministerio del Interior de la problemática de las prisiones, y una inacción de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias a la hora de resolver los múltiples problemas a los que nos enfrentamos derivados de una sociedad cambiante», resaltan desde este sindicato.