Un interno del centro penitenciario de Zuera (Zaragoza) fue hallado muerto el pasado martes por los funcionarios que estaban revisando que los presos se encontraban durmiendo. Se había ahorcado con las sábanas.

Fue, según fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, a las 00.00 horas. El fallecido, E. G. de 37 años, había tenido durante su estancia en la cárcel un buen comportamiento y había pasado de forma satisfactoria las evaluaciones de los psicólogos que habían descartado una conducta suicida. Es por ello que estaba ingresado en el módulo 4 de la prisión zaragozana y no compartía celda en este momento.

Una circunstancia que habría aprovechado el joven para quitarse la vida ahorcándose con la ropa de cama. El cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) en el que se practicó la autopsia y se confirmó que no es un homicidio, circunstancia en la que Instituciones Penitenciarias tendría algún tipo de responsabilidad que podrían exigir los familiares cercanos.

E. G. fue condenado a tres años y cuatro meses de prisión, después de que cometer un atraco sin escrúpulos a una anciana a la que llegó a levantar en el aire y tiró contra el suelo. Actuó, tal y como admitió en el juzgado, junto a E. N. que fue castigada con la misma privativa de libertad. Fue la respuesta que tuvieron ante la resistencia de la mujer para evitar que le quitaran el bolso que llevaba.

Era su modo de vida, según la Policía Nacional que les arrestó hace dos años. En uno de sus robos, la mujer víctima de estos ladrones tuvo que refugiarse en el interior de una zapatería tras ser agredirla para quitarle el bolso que llevaba.