El pleno del Ayuntamiento de Caspe dio el visto bueno a la liquidación de los presupuestos del año 2017, que han arrojado un superávit de 2,2 millones de euros, de un total de 8,3 millones. Las cuentas del pasado ejercicio revelan que el consistorio caspolino ha cumplido el triple exigencia de estabilidad presupuestaria, deuda pública y regla de gasto, según manifestaron ayer fuentes municipales. Asimismo, la pasada sesión plenaria aprobó por unanimidad dos expedientes destinados a inversiones y gastos necesarios, lo que incluye la redacción del proyecto de la potabilizadora, la mejora del alumbrado y una aportación a la ruta de los iberos.