La oposición ya venía avisando que con el presupuesto del 2020 se emprendería una especie de caza de brujas por parte del Gobierno PP-Cs y de un alcalde como Jorge Azcón que lleva años centrando sus críticas en determinados colectivos del tejido social que prestan desde hace años servicios a los barrios, esos a los que el consistorio no llega. Y esa purga con la eliminación de convenios estratégicos para los anteriores gobiernos de PSOE y ZeC. Acuerdos como el de AREI (asociación aragonesa de empresas de inclusión) que llegó a tener consignación de un millón de euros en el fallido presupuesto de Pedro Santisteve para el 2019 y que acabó, vía modificación de crédito, con 750.000 se queda con la misma cantidad que le dejó el equipo actual en otoño, a cero. Entonces se le arrebató con otra modificación de partidas, ahora se confirma que no fue una caualidad. En la misma situación de Amediar, por ejemplo, que lleva desde hace años los servicios de mediación en el Casco Histórico, que la tijera le ha dejado sin sus habituales 150.00 euros para funcionar en un año normal. Y ahí estaban las memorias de cada ejercicio si su importancia radicaba en la labor social que realizan o en el hecho de que, como ya denunció el PP en la pasada corporación, porque sea la asociación a la que pertenecía la exconcejala de ZeC Elena Giner.

Será casualidad, o quizá un error, pero en un rápido repaso a las partidas se puede adivinar al menos una decena de convenios suprimidos en las cuentas del 2020. Entidades como Tranviaser se han quedado sin los 247.000 euros que llegaron a aparecer en ese presupuesto fallido de ZeC. O Tiebel, que ya no tendrá el convenio dotado con 75.000 euros para mantener los puestos de trabajo que su actividad genera (la reutilización de la ropa usada). O Atades, que contaba con dos de 200.000, o REAS, con otro de 20.000. Las políticas sociales y, sobre todo, las de empleo e inserción sociolaboral se ven en el foco de estas cuentas.

Todas estas entidades se verán abocadas a licitar en una convocatoria de subvenciones, si el periodo de enmiendas no lo evita, o pondrán en riesgo su supervivencia en los barrios. Mientras otros convenios no solo se mantienen sino que crecen en cuantía otorgada, como el Refugio, que pasa de 30.000 euros a 56.450 en el 2020, Cáritas (40.000 más), o la Hermandad de la Sangre de Cristo (20.500 más), entre otras. Aunque lo peor para las excluidas es que esa bolsa para subvenciones también ha menguado. Este 2019 preveía 1,9 millones de euros y para el año próximo el presupuesto para Acción Social lo deja en 1,65, casi un 9% menos.

En paralelo, siguen las críticas de la izquierda al presupuesto de PP y Cs para el año próximo. Alberto Cubero, de ZeC, hacía especial hincapié en estos recortes al tejido social. A su juicio Azcón ha «recortado en convenios de los que Azcón decía que eran los amiguetes de ZeC, pero son empresas de la economía social y laboral que han estado conveniadas con y sin ZeC». El socialista Horacio Royo criticó también la «opacidad» y los recortes en la inversión. Y Podemos anunció una enmienda a la totalidad, a unas cuentas con «tufo a Vox».