El nuevo curso político en el Ayuntamiento de Zaragoza comenzó ayer tal y como se cerró antes del parón estival. Con una tensa bronca entre el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) y el PSOE, y con un nuevo varapalo a otro de los proyectos estrella que necesitan mayoría. En este caso, lo que se votaba era dar el visto bueno a los proyectos de ciudad que sufragar con los 2 millones de euros disponibles en los presupuestos participativos. Un paso indispensable, avalar los informes de viabilidad técnica y económica en una comisión extraordinaria que, como en julio, acabó en naufragio. Los votos en contra de PP, PSOE y Ciudadanos (Cs) rechazaban la propuesta de la responsable de Participación Ciudadana, Elena Giner, que solo consiguió rascar la abstención de CHA, acompañada también de críticas a su «arbitrariedad».

Esta era la principal explicación que todos los partidos le dieron para justificar una posición que aboca a dejar sin proyectos de ciudad a los presupuestos participativos de este año. Dos millones de inversión que se quedaban en el limbo mientras Giner se refugiaba nuevamente en el bloqueo de la oposición. Y, acto seguido, anunciaba públicamente que daba igual porque el Gobierno de ZeC asumiría igualmente estos proyectos, ocho en total, y los llevará a cabo sin necesidad de consultar al ciudadano. Para ello necesitará realizar una modificación de créditos en el presupuesto por valor de 2,7 millones de euros, algo para lo que también necesitará el apoyo de los grupos.

Pero sigue sin resolver la principal discrepancia, irreconciliable, que está en las «incongruencias» o «contradicciones» que todos los grupos le destacan en sus criterios de valoración, cambiantes según el proyecto a valorar, y los once informes técnicos que ayer presentaba la edila de ZeC para votar, refrendando los seleccionados, y pese a que no respondía a ninguna de las dudas del resto.

FRACASO O BLOQUEO

Así que el debate, ya finiquitado de antemano, solo podía acabar en bronca. De nuevo bloqueo o incapacidad de diálogo, con la Federación de Barrios y la Unión Vecinal Cesaraugusta como testigos de excepción. Se cumplió su guion a la perfección. La tensión fue a más. Patricia Cavero, del PP, reclamó incluso la dimisión o cese de Giner por este «fracaso» que todos achacaban a su gestión. Pero subió de tono hasta que el concejal socialista Roberto Fernández llegó a tachar de «mentirosa compulsiva» a la concejala de ZeC y de «miserables» al Gobierno. Tuvo que suspenderse cinco minutos la sesión para bajar el tono.

Para el socialista Fernández todo responde a la «inacción» del Gobierno de ZeC y les instó a sacarlo adelante por decreto porque este «fracaso sin paliativos» solo tiene un responsable: ZeC. «No están capacitados (ZeC) para hablar de presupuestos participativos. Ha bajado la participación, han creado malestar y decepción en los ciudadanos y lo único que transmiten es que es una pantomima», reprochó el edil de Cs Alberto Casañal.

Ambos le recriminaron que no haya variado su respuesta desde la última vez que se debatió, en julio. «Siguen siendo las mismas dudas y las mismas respuestas, ninguna», añadió el nacionalista Carmelo Asensio, quien recomendó a Giner «menos ultimatums» y más trabajo. «No son zancadillas políticas», apostilló. H.