El futuro de los presupuestos de Andorra dependen de una moción de censura. Después de que el alcalde, de Izquierda Unida, perdiera la cuestión de confianza que planteó el pasado martes, las cuentas municipales dependen de que los grupos de la oposición --PSOE y PP, que cuentan con cuatro concejales cada uno-- pacten. Ambas formaciones, a un mes de la decisión, han manifestado que no presentarán moción de censura.

De mantenerse esta situación, los presupuestos serán aprobados de forma automática, según se recoge en la Ley de Bases de Régimen Local. Durante las últimas semanas, la coalición de izquierdas ha presentado cuatro propuestas distintas, incluyendo --según el alcalde de Andorra, Luis Angel Romero-- enmiendas de la oposición, pero en ningún caso se ha llegado a un acuerdo. Para Romero, "existe una estrategia coordinada" contra su partido. Una versión muy distinta a la ofrecida por los grupos de la oposición, que aseguran que Izquierda Unida ha pretendido aprobar los presupuestos "sin diálogo ni consenso".

No obstante, ambos grupos han manifestado ya su intención de no presentar una moción de censura, ya que sería necesario un pacto entre ellos para que saliera adelante.

Para el portavoz socialista, José Antonio Planas, la falta de confianza de su grupo responde a la "mala gestión realizada durante este año". Por tanto, los socialistas aseguraron que van a fiscalizar hasta la última peseta de estos presupuestos para que no se comentan irregularidades. Por su parte Sagrario Bielsa, portavoz popular, acusó al alcalde de "ser un rehén de IU" y sus presupuestos, "una farsa". Bielsa criticó la falta de control en el gasto y el déficit de 240.000 euros de los nuevos presupuestos.