P arece que la primavera y el invierno se han vuelto burlones y pretenden confundirnos en el cambio de estación. Durante este mes de marzo, las elevadas temperaturas han hecho aflorar la manga corta, los abrigos han quedado en el armario y las chaquetas al mediodía cuelgan de un brazo.

Pero, atención, que a partir del sábado las temperaturas bajarán de forma considerable en todo Aragón. Será un pequeño guiño del pasmo, porque las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) presentadas ayer por el delegado territorial en Aragón, Rafael Requena, indican que hasta el verano las precipitaciones previstas estarán dentro de la media y las temperaturas pueden registrar valores ligeramente superiores en el este peninsular y Baleares, una previsión que se enmarca en un escenario de "acumulación de episodios extremos de precipitaciones y sequías, temperaturas máximas y mínimas", señaló.

"El invierno vestido de primavera", que, según Requena, se está viviendo durante este mes de marzo, se verá interrumpido este fin de semana por el paso de un frente que dejará los termómetros por debajo de los 20 grados en las tres provincias aragonesas. Será solo un anticipo de lo que llegará el miércoles, nuevo descenso del mercurio (Huesca y Teruel no superarán los diez grados) y nieve en el Pirineo a partir de 700 metros.

Este cambio brusco viene después de quince días de temperaturas máximas por encima de la media y ausencia casi total de precipitaciones (excepto las recogidas los pasados días 3 y 4 en Huesca, cuando se registraron los mayores espesores de nieve del invierno). Anteriormente, el último trimestre resultó "ligeramente cálido y normal en términos pluviométricos", según Requena, respecto al histórico (1971-2000), con un mes de diciembre frío (-1,3°) y seco (47% sobre el histórico de lluvias), un enero muy cálido (+2,4°) y húmedo (126%) y febrero, en el que no ha habido variaciones termométricas pero sí llovió por encima de media (126%). Estas precipitaciones se localizaron en los Pirineos y el sur de Teruel, y muy en menor medida en el valle del Ebro.

Por otra parte la Aemet anunció ayer que permitirá apadrinar las borrascas y anticiclones del Atlántico Norte previo pago de una cifra económica tasada.