El primer bebé del año en la provincia de Teruel se hizo esperar. El pequeño, que recibe el nombre de Pablo, nació cuando ya eran las diez de la noche del día 1 de enero del 2019, cuando ya algunos pensaban que el número uno quizá no viera el mundo hasta el día 2, quizá como resultado de la debilidad demográfica de esta zona de España.

Pero no fue así y Teruel tuvo su primer recién nacido el día de Año Nuevo, en el hospital Obispo Polanco de la capital. El niño arrojó en la báscula un peso de 3,120 kilos, según informó ayer el Gobierno de Aragón en una nota.

Pablo es hijo de la pareja compuesta por María y Diego, que reside en la localidad de Monreal del Campo, no muy lejos de la capital provincial y que cuenta con una población de unos 2.600 habitantes. Se trata de una localidad que se mantiene en torno a esa cifra de vecinos, ayudada en gran medida por las industrias que han ido asentándose en su entorno, en particular desde la construcción de la autovía Mudéjar, si bien su situación en el eje entre el Cantábrico y el Mediterráneo siempre ha jugado a su favor.

Más madrugadora a la hora de nacer fue Carolina María, la niña que vino al mundo en el hospital Miguel Servet, en Zaragoza, cuando el 1 de enero del 2019 acababa de estrenarse, pues solo habían pasado tres segundos desde el cambio de año.

Esta inusitada rapidez convirtió a la pequeña, hija de Jesús Madrona y Verónica Quispe, en el primer bebé de España en el año recién estrenado.

La niña dio un peso de 3,7 kilos y muy hambrienta, al parecer, pues pronto realizó la primera toma de leche, según indicaron sus progenitores, que hacía ya tres días que aguardaban con impaciencia el feliz suceso.

TAMBIÉN EN HUESCA

La madre se mostró extrañada por el hecho de que su pequeña fuera la primera en venir al mundo en la comunidad aragonesa y en el conjunto de España, un récord en el que no habían pensado en ningún momento ni ella ni su marido, centrados como estaban, sobre todo, en que el parto discurriera con normalidad sucedió.

Por otro lado, en Huesca, el primer puesto en el nacimiento correspondió a Inés Choui Nouini, una niña que vio la luz a las 11.50 de Año Nuevo en el hospital de Barbastro. Sus padres, de nacionalidad marroquí residente en la capital del Somontano, sintieron una doble alegría ante el hecho, dado que no solo la aguardaban con impaciencia sino que comprobaron que había sido la primera oscense del año.

La niña pesó 3,8 kilos y se convirtió pronto en el centro de atracción en su planta del hospital barbastrense, por la que pasaron numerosos familiares y amigos del matrimonio.