La bajada del canal Imperial, la primera que se hace a pie en sus 38 años de existencia debido a las limitaciones impuestas para el control del coronavirus, ha sido también la más reivindicativa.

No ha habido lanchas ni barcas ni ninguna clase de artilugios flotantes, como era habitual en cada edición, pero las más de 200 personas que han bajado por la orilla de la infraestructura hidráulica han reclamado sin cesar mejoras en los servicios sociales, desde la educación a la sanidad, y que se aplique de una vez el Plan Especial del Canal Imperial, un proyecto aprobado hace años por las Cortes de Aragón y que duerme el sueño de los justos. También se ha exigido "el fin de los desahucios sin una alternativa" de vivienda y "una renta básica garantizada e incondicional".

El recorrido ha empezado a las 11 de la mañana en el parque Grande, en la llamada pasarela de las Ocas, y ha terminado una hora más tarde en el parque del barrio de La Paz, donde se ha leído un manifiesto a favor de "un mundo mejor".

"Normalmente, la bajada del canal Imperial es un acto lúdico y reivindicativo a la vez, pero este año, con una asistencia mucho menor y ninguna embarcación, nos hemos centrado en la segunda faceta, en la de la lucha vecinal en defensa de los derechos sociales y en la exigencia de mejoras en la infraestructura", ha señalado Germán Berbegal, de la asociación El Cantero, organizadora de la jornada junto a los Vecinos Montes de Torrero-Venecia.

"El canal está muy abandonado, solo se limpia una vez cada año y medio", ha denunciado este representante vecinal, que ha recordado que sigue pendiente desde el 2008, el año de la Expo, la construcción de un puente de entrada al barrio de La Paz, con el fin de que quede más integrado con el resto de la ciudad.

Germán Berbegal llevaba sobre su cabeza un ataúd de cartón con la inscripción Plan Especial del Canal Imperial. A su lado iba Sergio, de El Cantero, quien portaba con otra persona un velero de papel y cartón. "Ha habido años con más de cien artilugios flotando en el canal, entre lanchas y flotadores, pero este año no hay ninguno, es una media de seguridad ante el coronavirus", ha dicho.

Los participantes han coreado lemas a favor de la sanidad y la educación públicas y han acusado al Ayuntamiento de Zaragoza de mantener a sus servicios sociales "en la inacción" durante la fase más dura de la pandemia.

"Otros años había 1.000 personas andando por la orilla y montones de embarcaciones", ha reconocido Sergio, que ha insistido en que "en Zaragoza hay 700 personas sin techo y se debe actuar para darles un cobijo digno".

En la marcha han participado miembros de la asociación que se opone el embalse de Biscarrués, que han hecho sonar la antigua campana de su iglesia, que iba montada sobre una furgoneta descubierta.

Asimismo había una pancarta con el lema Torrero feminista, diversa y obrera. Entre los asistentes varios han realizado el recorrido en bicicleta.