El primer muestreo realizado de la especie exótica invasora de la almeja asiática (corbicula fluminea) en la estación de la cuenca del Ebro de Utebo ha arrojado más de 200 ejemplares en medio metro cuadrado, lo que podría provocar la desaparición de las especies autóctonas del Ebro y grandes pérdidas económicas y ecológicas.

Este muestreo permitirá obtener información sobre esta especie, como tamaño, distribución o censo, entre otras muchas características, de tal forma que permitirá comparar los resultados con años posteriores para conocer la evolución de la especie a lo largo del tiempo.

Los trabajos de muestreo de la almeja asiática se desarrollarán en veinte estaciones ubicadas desde el embalse del Ebro (Cantabria) hasta el Puente del Estado de Tortosa (Tarragona), atravesando las siguientes comunidades autónomas: Cantabria, Castilla y León, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña.

La técnico de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Elena Pérez, explicó que, en total, en este primer año, se realizarán veinte muestreos en esas veinte estaciones a lo largo de todo el Ebro hasta finales de agosto y ocho en el tramo de Aragón, siendo este el primero de todos los realizados en el tramo de esta comunidad.

Pérez advirtió que el principal problema ecológico de esta especie invasora es que tapiza el lecho del río, se apoderan de los nutrientes, alimentos y el oxígeno «e impiden el asentamiento de las especies autóctonas» provocando su desplazamiento del Ebro.

En cuanto a cuestiones económicas, Pérez reconoció que la almeja asiática acarrea «muchas pérdidas» ya que provoca una obstrucción de las infraestructuras hidráulicas, en los filtros de los sistemas de riego o de las tuberías.

Según Pérez, el primer avistamiento de almeja asiática se realizó en el 2004 en Mequinenza y, desde entonces, la especie ha ido creciendo y expandiéndose, de tal forma que ahora se encuentra en «casi toda la totalidad del Ebro». El animal se traslada en elementos acuáticos como balsas o aperos de pesca. Por el momento se considera que es «imposible» erradicar su presencia y que lo único que se puede hacer es relantizar su crecimiento.