El Ayuntamiento de Zaragoza intervino ayer un edificio del número 26 de la calle Agustina de Aragón que llevaba tiempo okupado y que se había convertido en un «narcobloque» desalojado. Lo hace de forma subsidiaria y no será el primero.

El concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, explicó que este edificio centraba gran parte de las quejas de los vecinos de la zonade Pignatelli, ya que se utilizaba para actividades relacionadas con el tráfico de droga.

Así, se va a proceder a limpiar su interior y a tapiar sus accesos. Además, los técnicos comprobarán en qué estado está el edificio para decidir si lo declaran en estado de ruina y lo derriban, aunque, a priori, Serrano ya declaró que está «bastante lamentable». No obstante, en caso de derribo, se estudiará cómo mantener la fachada. Este bloque pertenece a múltiples propietarios que han obviado los requerimientos del ayuntamiento en los que se les exigía que actuasen. Ante su negativa y el estado del inmueble, el consistorio ha procedido la ejecución subsidiaria.

Este no es el único requerimiento que tiene el ayuntamiento en esta zona del Casco Histórico y, por ello, Serrano anunció que van a abrir un procedimiento para verificar todos los edificios que no hayan pasado la Inspección Técnica de Edificios (ITE) y, si no es el caso, tomar las medidas oportunas. Matizó, no obstante, que las inquietudes de los vecinos a veces no son «del todo exactas» y que en las viviendas municipales no existe ningún problema.