La campaña contra incendios forestales en Aragón comienza este año con un mayor riesgo de lo habitual, ya que además de una mayor masa de combustible por el aumento de la masa verde, el habitual inicio de la cosecha agrícola coincide con la primera ola de calor del verano, prevista a partir del miércoles día 20.

Así lo ha puesto de manifiesto el consejero de Desarrollo Rural, Joaquín Olona, en la rueda de prensa de presentación de la campaña de prevención y extinción de los incendios forestales en Aragón en la que ha estado acompañado del director general de Gestión Forestal, Caza y Pesca, Ángel Berzosa.

Ambos dirigentes han subrayado por tanto la necesidad de concienciación de la sociedad para prevenir los incendios producidos, sobre todo, por la actividad humana, frente a la que, ha advertido Olona, la tolerancia es "cero".

De hecho, de los 176 incendios forestales registrados en lo que va de año, en los que se han quemado 135,7 hectáreas, los más importantes, que suman 36,5 hectáreas, dos han sido intencionados y seis por negligencias.

En relación a las causas naturales, como rayos, el objetivo es minimizar los daños y riesgos a las personas y bienes dado que éstos "van a seguir ocurriendo" se haga lo que se haga, ha reconocido el consejero.

Para hacer frente a los posibles incendios, el Gobierno de Aragón destina 28,5 millones de euros y cuenta con 1.282 personas, de los que 400 son funcionarios y personal laboral y 800 de la sociedad pública Sarga, a los que se sumarían, en caso necesario, efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), de la Guardia Civil y bomberos de las diputaciones, comarcas y ayuntamientos.

Las cuadrillas helitransportadas, integradas por 96 personas, funcionan además los doce meses, mientras que la labor de las terrestres se reducirá este año de diez a ocho meses debido a que este año se ha producido una mejora salarial pero no se ha aprobado todavía el nuevo presupuesto de 2019.

Este año se ha tratado además de invertir en aspectos concretos de la lucha contra incendios como es la reforma de las instalaciones de la BRIF de Daroca, que acoge a 50 efectivos del Ministerio de Medio Ambiente, y a lo que se han destinado 350.000 euros, ha recordado Berzosa.

También está previsto realizar la acometida de agua a la base de Calamocha, ejecución de estacionamientos eventuales en Alcorisa y mejoras de habitabilidad en Plasencia y Peñalba.

En lo que se refiere a la planificación, ya se ha finalizado la redacción de los Planes de Defensa Frente a Incendios Forestales en zonas de alto riesgo de incendio, en una superficie muy próxima al millón de hectáreas y que ha supuesto una inversión anual de 275.000 euros.

Y este 2019 se acometerá la primera parte de los planes de Guara sur, Litera-Montgay (Huesca); Sierra de la Virgen y estribaciones, Sur Sierra Santo Domingo y Bajo Ebro (Zaragoza) y Andorra-Sierra de Arcos y Cuencas Mineras (Teruel).

Aunque durante los meses de febrero y marzo ha llovido por debajo de lo habitual en Aragón, las precipitaciones de abril, mayo y junio, junto a la reserva hídrica del suelo de las lluvias del final del otoño, están favoreciendo una situación de la vegetación positiva en el sistema Ibérico aragonés, si bien en el resto de la Comunidad la vegetación se mantiene dentro de la normalidad y es el valle del Ebro la zona de mayor riesgo por haberse adelantado la sequedad de la vegetación herbácea.

En este sentido, Berzona ha apuntado que el riesgo de incendio del resto de la campaña de máxima activación lo marcará la frecuencia e intensidad de las posibles "olas de calor", el condicionante del viento y la precipitación estival que pueda recogerse.

Para evitar los incendios por la actividad humana, se recomienda no tirar colillas al suelo ni basuras que puedan favorecer un incendio, no encender hogueras en el campo, avisar al 112 si se observa un incendio, mantener limpios los caminos y carreteras, contar con matachispas en las chimeneas, evitar excesiva frondosidad o vegetación cerca en los jardines y mantener limpios tejados y chimeneas.

Durante la época de peligro están prohibidas las quemas agrícolas a menos de 400 metros del monte y se debe evitar trabajar con radiales, soladuras u otra maquinaria que pueda producir chispas en los días de máxima alerta en las cercanías de masas forestales.

A los agricultores que trabajen con cosechadoras, que suponen una causa importante de incendios, se les aconseja mantener en buen estado la maquinaria, realizar una pasada permetral, avanzar contra la dirección del viento y portar extintor y batefuegos.