Neurocirujanos del hospital Miguel Servet de Zaragoza han realizado, por primera vez en Aragón, una operación a un niño enfermo de moya-moya en el hospital Infantil. La enfermedad es una rara patología vascular descrita en los años cincuenta en Japón que consiste en una estenosis (estrechamiento) de los vasos que nutren el cerebro. Ello impide que el flujo sanguíneo llegue de forma adecuada a una gran parte del cerebro. La enfermedad tiende a progresar y se manifiesta con infartos cerebrales, entre otras afecciones vasculares, sobre todo en el caso de los niños.

En el caso detectado en Aragón, se trató de un niño que sufría estos infartos sin causa conocida. Tras las pruebas pertinentes se confirmó que el niño padece el síndrome de Moya-moya y, aunque en ocasiones se tratan estos procesos con medicación, en este caso el equipo médico consideró que era preciso operar con el objetivo de mejorar el flujo sanguíneo cerebral y prevenir posibles futuros infartos.

La operación consistió en revascularizar la zona valiéndose de la arteria carótida externa, que no está afectada. A la complejidad propia de toda neurocirugía y el inherente riesgo quirúrgico, se sumaba el hecho de que se trataba de un niño y con una red vascular enferma. "No tiene unos vasos sanos, sus paredes son más finas de lo normal y, además, estamos hablando de un niño por lo que las arterias son aún más pequeñas", explicaron los doctores David Fustero y Javier Orduna, neurocirujanos del Infantil.

"En este caso, la arteria receptora del bypass era de menos de un milímetro", añadió el doctor Orduna, quien matizó que se intervinieron los dos lados del cerebro en dos operaciones distintas y que fue un caso técnicamente muy complejo, muy exigente".

Al niño, que hace vida normal en su casa, se le operó por primera vez hace un año y la segunda intervención se llevó a cabo el pasado mes de abril.