El Ayuntamiento de Zaragoza ha iniciado por fin los primeros trabajos para atajar la plaga de pulgas que estaba afectando a los alumnos del colegio José Antonio Labordeta. Se han coordinado varios servicios municipales y autonómicos para unas actuaciones que ya se están ejecutando. Dentro del centro, con el tapiado del arenero, como fuera especialmente en un solar contiguo lleno de maleza que, en principio, se identificó como foco real del problema. Allí, según explicó esta semana la responsable del área municipal de Educación, Arantza Gracia, se han localizado hasta 29 gatos abandonados que eran los que introducían en las instalaciones escolares estas pulgas.

Por eso ha intervenido la Oficina de Protección Animal, que ahora se ha encargado de capturar estos animales y abordar un tratamiento como el que se aplica a otras colonias urbanas felinas, con el tratamiento veterinario, desparasitación y, sobre todo, esterilización para que no se reproduzcan.

Solo es uno de los servicios que se han coordinado para atajar un problema que ya había afectado a varios menores de Infantil. Una tarea en la que también participan desde el Instituto Municipal de Salud Pública al se Conservación de Infraestructuras, en el consistorio, o la Dirección Provincial de Educación y el Instituto de Salud de la DGA.

Gracia explicó, además, que también se ha intervenido en el solar contiguo, en el que se dio orden al servicio de limpieza pública de «limpiar y desbrozar» todo el terreno, que es de titularidad municipal, así como de «arreglar el vallado» para «alejar en la medida de lo posible el problema de este colegio».

Según la concejala, los gatos habitaban en el solar y se introducían con asiduidad en el colegio, especialmente al arenero.