La nieve llegó ayer con fuerza al Pirineo aragonés, creando complicaciones a la circulación en los puertos de montaña. La brusca entrada de este tiempo de otoño extremo llegó acompañada de viento y lluvia en otras parte de la comunidad aragonesa y provocó un desplome de las temperaturas, una situación se prolongará varios días y que provocará heladas en los puntos más elevados.

En la capital aragonesa, la jornada de ayer se caracterizó por la llegada de un frío intenso, atenuado por la ausencia de viento.

Este primer embite del invierno obligó al uso de cadenas o neumáticos de invierno para circular entre Panticosa y el balneario, en la A-2606; entre Bielsa y la frontera francesa, en la A-138; y entre Sallent de Gállego y la frontera del Portalet, en la A-136., según informó la agencia Efe

En estos tres tramos estaba prohibida la circulación de camiones, articulados y autobuses, según informa la Dirección General de Tráfico en su página web.

La Agencia Estatal de Meteorología activó la alerta amarilla por nevadas en el Pirineo para toda la jornada de ayer y hasta las 6.00 horas de hoy, cuando se podrán acumular hasta 15 centímetros de espesor en 24 horas, principalmente por encima de 1000-1200 metros y en el sector occidental, en la Jacetania y el Alto Gállego.

Por otro lado, las rachas de viento alcanzaron hasta 80 kilómetros por hora en el Pirineo y en las sierras de Gúdar-Javalambre y el Maestrazgo. Asimismo, sopló un fuerte viento en la Ibérica zaragozana y en las comarcas de la Sierra de Albarracín y el Jiloca.