El Ministerio de Medio Ambiente comenzará esta semana la primera fase de los trabajos para la reparación de los daños causados por la última crecida del Ebro, estimados en 6,5 millones de euros, a los que seguirán otros, por valor de entre 20 y 25 millones, que no se podrán acometer hasta que las aguas bajen del todo de nivel.

Así lo aseguró ayer la secretaria de Estado de Medio Ambiente, María García Rodríguez, antes de participar en Zaragoza en la segunda reunión de la comisión encargada de la planificación de los actos del Centenario de Ordesa. Según dijo, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) solicitó ayer la declaración de emergencia para las actuaciones de esta primera fase. El organismo de cuenca, indicó, ya llevó a cabo actuaciones durante la crecida, con un valor aproximado de 350.000 euros.

Los 6,5 millones irán destinados para reparar motas y acometer otras actuaciones que evitarían, si viniera otra avenida, que se produjeran daños. Después, cuando ya haya bajado totalmente el nivel del agua, comenzará la siguiente fase. La secretaria de Estado recordó que en el 2015, en la anterior avenida extraordinaria, el ministerio ya invirtió más de 30 millones de euros en actuaciones que se demostraron que fueron «eficaces» en el último episodio.