Las familias de los 30 militares muertos en el accidente del Yak-42 que fueron mal identificados comenzaron a solicitar ayer la exhumación de los cadáveres de manera formal al Ministerio de Defensa, que se ha ofrecido para centralizar las peticiones.

Representantes de Defensa se reunieron con las primeras diez familias de los afectados por los errores en los reconocimientos para explicarles los trámites a seguir. Como ya adelantó EL PERIODICO DE ARAGON, los encuentros, que durarán hasta mañana, se celebran de forma individualizada. En ellos están presentes un equipo jurídico, miembros de la empresa funeraria que se encargará del proceso, un psicólogo y algunos integrantes de la Asociación de Familiares del Yak-42, dirigida por Carlos Ripollés.

Según explicó uno de los abogados del caso, cuando todos los allegados hayan presentado los escritos, el departamento dirigido por José Bono los trasladará a la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios, encargada de investigar las irregularidades registradas en el sistema de contratación del avión y en el proceso de las identificaciones.

El envío de los documentos se llevará a cabo, casi con total seguridad, el próximo viernes. Ahora deberá ser Palacios la que especifique si es competente para decidir en este asunto y, en caso afirmativo, determine la manera de llevar a cabo las exhumaciones.

Por el momento, sí parece claro que aquellos familiares que deseen desenterrar los cuerpos de sus seres queridos deberán contar con el permiso de los afectados con los que deben intercambiar los restos para una correcta adjudicación de los cadáveres.

Ahora bien, según expresó Ripollés a Efe , "parece obvio que todas las familias afectadas por los errores se animarán a solicitar la exhumación", por lo que en este aspecto no debería haber excesivos problemas.

A falta de la correspondiente autorización judicial, los allegados ya saben que podrán solicitar un contraanálisis de ADN cuando se lleve a cabo la exhumación.

De esta forma, Defensa cumple con su palabra de ayudar y agilizar en la medida de lo posible a los familiares de las víctimas, que se enfrentan ahora a un "duro proceso", según indicó dicho el letrado a este diario.

La opción de solicitar las exhumaciones se produjo tras constatarse, el pasado 1 de septiembre, que las 30 identificaciones efectuadas por el equipo médico español desplazado a Trabzon (Turquía) fueron erróneas. Las 32 restantes, de las que se encargaron los forenses turcos, no arrojaron ningún fallo.