Saica, Amylum y Aceralia, las tres principales empresas del Picarral, han puesto ya en marcha distintas medidas correctoras para reducir las afecciones "contaminantes" al medio ambiente y las molestias por ruidos, humos y olores a los vecinos del barrio. Algunas de estas intervenciones forman parte de las condiciones fijadas en un plan corrector elaborado por el Instituto Tecnológico de Aragón, organismo que investigó hace un año el impacto medioambiental de estas industrias en el sector.

Según datos recogidos por el área municipal de Medio Ambiente, Amylum ha instalado pantallas acústicas para aislar las instalaciones y ha finalizado el diseño de una planta piloto capaz de determinar de dónde proceden los malos olores para que, una vez analizado su origen, se pueda estudiar qué tratamiento aplicar para rebajar las molestias. La compañía desarrolla este experimento con la colaboración de la Universidad de Zaragoza, organismo con el que ha firmado un convenio.

Saica, además de instalar pantallas acústicas, ha cubierto sus almacenes para reducir las molestias por ruidos. Según concretaron fuentes de la dirección de la empresa, también se han construido viales internos para comunicar las zonas de carga y descarga con el fin de aliviar el tráfico en Salvador Allende y se ha diseñado un edificio corporativo con fachada al exterior para mejorar el impacto visual que los vecinos tienen de la fábrica.

Estas correcciones forman parte del proyecto Mejoras Ambientales y de Infraestructuras de Saica , plan de acción elaborado por la propia empresa hace ya tres años, antes de que se elaborase el informe del ITA. "El tráfico se ha reducido en un 40% y, en total, la empresa va a invertir 35 millones de euros en medidas que superan incluso las propuestas del informe del instituto", aseguraron fuentes de la dirección de la compañía.

La empresa que más despacio camina es Aceralia, la siderúrgica que se trasladará en los próximos años al parque de reciclaje López Soriano. "De momento, se comprueban las medidas para reducir la contaminación por partículas y las emisiones a la atmósfera", precisaron desde el departamento de Medio Ambiente.

Próximamente, técnicos municipales visitarán las industrias para verificar que los informes que están remitiendo las empresas se ajustan a la realidad. De cualquier manera, la concejala de Medio Ambiente, Lola Campos, recordó que las compañías disponen de plazo hasta el 2006 para ejecutar el plan corrector del ITA. "No será hasta entonces cuando puedan sacarse conclusiones aunque ahora sí puede avanzarse que ninguna empresa se ha cruzado de brazos", dijo.

Campos ha mantenido contactos en las últimas semanas con la Asociación de Vecinos de Picarral para mantenerles informados. En la última, comparecieron también directivos de La Montañanesa para explicar las medidas correctoras que están desarrollando. "Aunque se encuentra fuera del barrio también produce impactos ocasionales, sobre todo, en materia de humos y olores", preciso la edil.

"El problema de los olores es el más preocupante porque resulta muy complicado realizar mediciones y son muy relativas", añadió. En su opinión, será a lo largo de este año cuando los vecinos comiencen a percibir los resultados.