La juez de Caspe ordenó ayer prisión con fianza de 6.000 euros al ciudadano británico David G. S., como presunto autor de tres homicidios por imprudencia presuntamente cometidos en la tarde del pasado domingo, cuando la barca que pilotaba en el embalse de Ribarroja, cerca de Mequinenza, volcó y tres pasajeros, todos ellos de nacionalidad búlgara, fallecieron ahogados. La motora tenía capacidad para 5 adultos, pero transportaba a 16 personas.

David G. S., que permanecía detenido en el depósito municipal de arrestos de Caspe, compareció ante la juez de la localidad acompañado del letrado Antonio Fraguas. Su declaración se prolongó varias horas y en el curso de la misma tuvo que responder a numerosas preguntas sobre las irregularidades detectadas en la investigación,dado que carece del preceptivo título de navegación, la barca no era de su propiedad y además se sospecha que pudo cobrar a los inmigrantes búlgaros a los que "invitó" a navegar por las aguas del embalse. Además, la embarcación no llevaba chalecos salvavidas.

REPATRIACION Mientras tanto, la comunidad búlgara en el Bajo Cinca insiste en repatriar los cadáveres de los tres fallecidos, una mujer de 34 años y un matrimonio que deja dos niños huérfanos, uno de ellos recién nacido. Sus familiares han rechazado la posibilidad de que los cuerpos sean trasladados a Zaragoza para ser incinerados, pero, al mismo tiempo, necesitan reunir 12.000 euros antes del jueves, cuando tendrán que optar entre embalsamarlos o enterrarlos. Por el momento, los cadáveres se hallan en las cámaras del cementerio de Caspe.

"La comunidad búlgara en el Bajo Cinca está consternada", comentó ayer un miembro del Ayuntamiento de Fraga, donde trabajaban los fallecidos. "Es gente que viene aquí a trabajar en la recolección de la fruta y algunos se quedan a vivir definitivamente", explicó la misma fuente.