El hombre que ha confesado que mató a su madre por asfixia en Pozondón y que la ocultó para no perder la pensión, pudo haber cobrado a razón de 1.000 euros mensuales, cantidad que tenía asignada la víctima. Ayer, junto a su hermana Isabel Blasco, fue enviado a prisión de forma provisional, comunicada y sin fianza, hasta que se juzguen y esclarezcan los hechos.

El juez titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Teruel decretó este traslado para los dos hermanos tras tomarles declaración al considerar que son posibles autores de un delito de asesinato y de otro de fraude a la Seguridad Social. No obstante, en el auto emitido ayer, el magistrado señala que «no es posible precisar si existía un deseo de seguir cobrando la pensión de la madre ni si este fue un planteamiento anterior o posterior a su muerte».

La resolución establece que el cadáver de la víctima permaneció «durante más de dos años», hasta que los hermanos fueron interrogados por la Guardia Civil ante las sospechas existentes por su extraño proceder.

En cuanto al papel desempeñado por la hermana, el juez indica que «no puede entenderse desconectada de la actuación de su hermano» y que en el primer estadio procesal existen indicios racionales de que podrían haber participado, de manera activa, en la ideación de la muerte y en los actos posteriores a su fallecimiento para evitar su descubrimiento y ocultar el cuerpo.

El cuerpo de la anciana fue descubierto emparedado en un armario empotrado el pasado miércoles después de que los propios vecinos alertaran a los servicios sociales del Gobierno de Aragón pues hacía más de dos años que no se tenían noticias de la misma. Hasta ese momento los dos hijos habían hecho vida corriente en la localidad, aunque no mantenían demasiado contacto con el resto de los residentes en el pueblo.

El juzgado turolense consideró, tras interrogar a los hermanos, que sus contradicciones hacen plausible una coautoría del crimen, aunque serán las investigaciones posteriores las que lo determinen. Además, la autopsia deberá determinar el tiempo que la víctima llevaba muerta y por lo tanto el tiempo que los hermanos habían estado recibiendo el ingreso mensual de 1.000 euros que recibía la anciana como pensión.

La decisión de enviarlos a prisión se basa en la existencia de «indicios más que suficientes» de la participación de los detenidos en los hechos y en la posibilidad de que puedan sustraerse a la acción de la justicia, «fugándose y desapareciendo del pueblo», tanto por la gravedad de las penas en que pueden incurrir como a su falta de arraigo en la localidad, dado que hasta hace 15 años residieron en Madrid.

Con el ingreso en la cárcel de los hermanos Blasco, Pozondón sigue conmocionada por un suceso que ha truncado la tranquilidad y la armonía vecinal que reinan en la localidad.