La autoridad judicial ha ordenado hoy el ingreso en prisión del joven que apuñaló en Aínsa (Huesca) a un vecino de la población cuando trataba de huir, cuchillo en mano, de los agentes de la Guardia Civil que le perseguían.

Según han informado a Efe fuentes judiciales, la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Boltaña ha atendido la petición de la fiscalía y ha ordenado el traslado a la cárcel de Zuera del sospechoso tras escuchar su testimonio.

Los hechos se iniciaron la noche del pasado domingo a raíz de la llamada a la Guardia Civil de una mujer que alertó de la presencia de un joven en un apartamento de Aínsa cuyo comportamiento trastornado era visible desde la calle.

Los agentes desplazados a lugar pudieron observar que salía humo de la ventana del inmueble ocupado por el sospechoso, por lo que decidieron llamar a los bomberos y proceder al desalojo del edificio.

Testigos presenciales de lo ocurrido relataron posteriormente que vieron desde el exterior como el joven prendía fuego a una butaca de la vivienda.

El presunto agresor, al comprobar que los agentes y los bomberos procedían a derribar la puerta de su apartamento, situado sobre un primer piso, saltó por la ventana del inmueble sobre el capó de un vehículo y emprendió la huida.

En su fuga, se tropezó con una persona que andaba por la calle y le asestó varias puñaladas que le causaron heridas de gravedad.

Momentos después, los agentes de la Guardia Civil consiguieron detener al sospechoso y trasladarlo a dependencias policiales para su puesta a disposición del Juzgado de Instrucción de Boltaña.

El herido fue trasladado al Hospital de Barbastro y posteriormente evacuado al Miguel Servet de Zaragoza, donde permanece ingresado debido a la gravedad de sus heridas aunque fuera de peligro, según han informado fuentes de la investigación.

El joven, un vecino de Huesca que residía ocasionalmente en Aínsa, fue trasladado posteriormente al Hospital San Jorge de la capital altoaragonesa para ser atendido a su vez de las lesiones que se produjo en la huida.

Las fuentes referidas han explicado que las pruebas periciales practicadas señalan que el imputado no padece trastorno mental, aunque admiten que podía haber ingerido algún tipo de droga que habría alterado su conducta.