Santiago G. C. estuvo casi 20 años en prisión por un asesinato que cometió en 1997. Un lugar al que ha vuelto, después de que fuera detenido por intentar llevarse a su hijo recién nacido y agredir a la madre de este en el hospital universitario Miguel Servet de la capital aragonesa.

Los hechos por los que fue arrestado ocurrieron el jueves de la semana pasada, sobre las 21.00 horas. Santiago G. C. se presentó en el centro hospitalario después de que su esposa hubiera dado a luz un bebé prematuro el día anterior. Llegó a la habitación individual, donde, supuestamente, agredió a la mujer e intentó llevarse al niño recién nacido. Ante los gritos, rápidamente se personaron en la estancia varias enfermeras que evitaron que el hombre se llevara al bebé. No les fue fácil, debido a que mostró gran oposición y les agredió.

Al no conseguir su propósito, Santiago G. C., según fuentes policiales, huyó del hospital hasta el día siguiente cuando fue detenido en Teruel por la Policía Nacional, ciudad en la que residen tanto él como su esposa. Las sanitarias llamaron a la sala del 091 para denunciar lo sucedido que activó al Grupo de Policía Judicial de la comisaría Delicias de Zaragoza y a la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) que decidieron custodiar a la mujer y al niño por si regresaba. Ambos se encuentran en perfecto estado, según estas mismas fuentes.

AUTO

Aunque los hechos ocurrieron en Zaragoza, el caso recayó en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Teruel debido a que la Ley de Violencia de Género marca como juzgado competente el de la ciudad en la que la víctima tiene su domicilio.

El titular del mismo, Jorge Cañadas, fue el que decretó la prisión provisional, comunicada y sin fianza para Santiago G. C. A través de un auto, el magistrado señaló que la mujer hizo constar ante la Policía que las agresiones se producían de manera constante y habitual desde el comienzo de la relación, si bien no las había denunciado «por miedo».

Afirmó, además, que hay que evitar que este pueda actuar contra bienes jurídicos -materiales e inmateriales- de la víctima y resaltó la naturaleza violenta de los delitos que resultan de su hoja histórico-penal (asesinato y violencia machista). El auto tiene en cuenta que el hombre fue autor de un delito contra la vida y de un sinfín de agresiones contra mujeres con las que ha mantenido una relación de pareja entre los años 2016 y 2018, así como que ha cometido varios delitos contra distintos bienes jurídicos. Por todo ello, el juez concluyó que es necesario adoptar la medida de privación de libertad del investigado «como única forma de garantizar la vida e integridad de su mujer e hijo». También pesó la afirmación del procesado de que volvería al hospital para llevarse a su hijo recién nacido.

Paralelamente a ello, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Zaragoza acordó una medida de prohibición y comunicación del investigado con su mujer y su hijo.

Santiago G. C. permanece en prisión como supuesto autor de dos delitos de violencia física y psíquica contra la mujer y de atentado contra las relaciones familiares. En la actualidad estaba pendiente de cumplir una pena de multa por resistencia o desobediencia por hechos sucedidos en julio del 2016. Las condenas que tenía extinguidas eran por asesinato y por violencia machista. La UFAM de la Policía Nacional realizó una valoración de riesgo y calificó este caso de grave.