Tres jóvenes fueron enviados a prisión provisional tras haber instaurado un negocio de tráfico de droga a domicilio, además de en casa de uno de ellos, y particularmente por vender psicotrópicos a menores y a algún discapacitado, todo ello en Calatayud.

La Policía Nacional también arrestó en la misma operación a una joven que colaboraba con el grupo proporcionándoles un medicamento destinado a tratar la ansiedad, que utilizaban para cortar la anfetamina que vendían y aumentar así sus beneficios.

Según informó la Policía Nacional, los jóvenes utilizaban un vehículo de baja cilindrada, de los que no requieren carnet de conducir, para acudir a los domicilios de los clientes o hacer otras gestiones.

Además de esta variante, uno de ellos tenía una casa próxima a un instituto que también utilizaba como dispensario de droga, en la cual tenía incluso un cartel que rezaba No se fía porque no tenéis palabra. Los agentes pudieron constatar que en el domicilio vendía a menores, e incluso les hacía ofertas de bienvenida de algo de droga gratis para fidelizarlos. Auque para no despertar excesivas sospechas entre los vecinos entregaba tarjetas con su teléfono para proveerles en sus propias casas o en los lugares donde quedaban.

Tras la investigación, el pasado viernes los agentes, con la comisión judicial y el auxilio de la unidad de guías caninos, registraron los domicilios de la banda. En ellos encontraron barritas de hachís listas para su distribución, 16 dosis de speed (metanfetamina) ocultas en un altavoz y algunas armas, además de una buena cantidad de dinero en efectivo presuntamente proveniente de la venta ilegal de estupefacientes.