La colaboración entre la sanidad pública y los centros privados es «absoluta», según sostienen varios centros consultados por este diario. Todos los hospitales y clínicas de ambos sectores están aplicando los mismos protocolos y cualquier instrucción que se dirija a los médicos de la pública también se destina a la privada, con la que la Administración trabaja desde hace días en la coordinación de medios y recursos.

Lo que, en principio, todavía no se ha llevado a cabo es el traslado de enfermos a estos centros. Los hospitales de la red pública todavía disponen de capacidad tanto en camas de hospitalización como en plazas de uci, por lo que no ha sido necesario derivar enfermos a la privada.

Sin embargo, todo apunta a que la evolución de la pandemia y la cercanía del pico máximo de contagios llenará los hospitales y hará necesario destinar pronto enfermos a centros privados. En este sentido, fuentes consultadas por este diario aseguran que todos los hospitales y clínicas privadas se encuentran preparados para acoger a estos enfermos y que cuentan con espacio y recursos disponibles para hacer frente a esa previsible afluencia.

Y no serán los primeros infectados por coronavirus ingresados en estos centros. Quirón acoge enfermos desde los primeros días de la pandemia y, de hecho, Sanidad notificó el pasado miércoles las primeras altas concedidas en este centro.

Las conversaciones se producen a diario bajo la coordinación de un responsable máximo de urgencias y otro de medicina interna a través del comité de seguimiento constituido. Cada decisión que se adopta se traslada de forma inmediata a todos los centros hospitalarios de ambos sectores.

Pero también la carencia de material afecta a la privada, donde algunos centros se abastecen de donaciones de particulares o de batas y mascarillas de producción propia a través de bobinas de plástico o tareas de costura.