Las clínicas privadas en Aragón realizan casi un 20% más de partos por cesáreas que los hospitales públicos del Salud. Según se desprende del porcentaje de datos del 2017, en las privadas se alcanzó un 36,76% de cesáreas el año pasado, mientras que en la sanidad pública la cifra fue de un 17,31%. La gran diferencia, denunciada hace unas semanas por la diputada de Podemos en las Cortes de Aragón, Itxaso Cabrera, si se tiene en cuenta que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja que no se superen el 19% de las cesáreas, dado los riesgos que supone esta práctica tanto para las madres como para los bebés.

Por centros, según se desprenden de los datos del Departamento de Sanidad a los que ha tenido acceso este diario, hay clínicas privadas que alcanzan un alto porcentaje de cesáreas, como es la Clínica Médico Quirúrgica Montpellier, con casi un 58% de este tipo de partos en el 2017. Le siguen, con datos más elevados que en la pública, Montecanal (35,50%) y la Quirón Zaragoza (35,20%).

Por su parte, en la red sanitaria pública, aunque las cesáreas son menores en comparación con la red privada, existen también grandes diferencias entre hospitales. El año pasado, según los datos, el centro del Salud que más partos por cesárea realizó fue el Clínico, en Zaragoza, con más de un 21%. Le siguieron muy de cerca el Ernest Lluch, de Calatayud, con un porcentaje del 20,65% y el hospital de Barbastro con algo más del 20%.

El San Jorge de Huesca alcanzó más del 19% de cesáreas, un datos muy parecido al del hospital de Jaca. En la provincia de Teruel, el hospital de Alcañiz alcanzó un 17,90%, mientras que el Obispo Polanco de la capital turolense fue de un 15,73%.

PROTOCOLO

El hospital público que menos cesáreas realizó en el 2017 fue el Miguel Servet, con un porcentaje del 14,19% que, por ejemplo, dista del dato del Clínico o mucho más de casi el 58% de la privada Montpellier.

El Servet, el centro sanitario más importante de Aragón por volumen de pacientes y recursos, no es raro que ofrezca un porcentaje tan bajo de cesáreas, ya que desde hace años aplica un protocolo para «racionalizar» esta práctica y hacerla «tras una decisión conjunta, no unilateral, y solamente en circunstancias necesarias», según señaló Sergio Castán, jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Miguel Servet.

La estrategia puesta en marcha por el hospital ha dado «buenos resultados» y en el primer trimestre de este 2018 han realizado un 14,03% de partos por cesáreas. «Nosotros revisamos los casos, valoramos la situación y tomamos decisiones de forma multidisplinar, se comenta incluso con gente en formación. Lo importante no es hacer más o menos cesáreas, sino mantener un dato regular», dijo Castán, quien añadió que en la sanidad pública «se está las 24 horas» y el tiempo es «fundamental» para optar por un parto o una cesárea. «Hay que estar sin reloj. Eso en una clínica privada no pasa, porque al ginecólogo no está de guardia, solo está para asistir», indicó.

BENEFICIOS Y PREJUICIOS

La diferencia principal entre parto natural y cesárea recala en el riesgo. «Una cesárea es una intervención quirúrgica y se debe hacer cuando está indicada, es decir, cuando el riesgo para el feto y la madre es mayor que el beneficio», apuntó. «Toda hemorragia puede conllevar una infección y si se puede evitar, mejor», añadió.

Por otro lado, el feto adquiere unas condiciones fundamentales al pasar por vía vaginal que no lo desarrolla si es por cesárea. «En el parto comprime el tórax al pasar por la vagina y permite la secreción pulmonar. Es una ventilación posparto que permite una posibilidad respiratoria mejor. También, en el canal del parto, recibe la flora de la madre, que hace que estemos protegidos de enfermedades», resumió.