Jesús Bueno fue secretario del eurodiputado Antonio González Triviño desde 1994 hata 1999. Durante esa legislatura comprobó de primera mano el estatus de los parlamentarios de Bruselas y reflejó sus experiencias en el libro Babilonia y Babel. El Parlamento Europeo desde dentro, (Ediciones B, 1999) en el que narra una actitud poco ejemplar del funcionamiento de la Cámara y denuncia algunos privilegios, entre ellos un fondo de pensiones que en el 2014 toma plena vigencia después de conocerse por Infolibre que era gestionado por una sicav luxemburguesa y muchos eurodiputados, también españoles, disfrutaban de él.

"Es un asunto viejo, en 1990 ya existía, y yo diría que lo disfrutaban todos los eurodiputados españoles. Era un chollo. Por cada euro que ponían, el Parlamento ponía dos. Quien no se apuntara, que lo demuestre. Lo más escandaloso es que ni siquiera ponían dinero, sino que gestionaban el ingreso en el fondo de las dietas, que no eran salario, sino gastos para gestión. Lo que pasa es que esas dietas tampoco las gastaban por asuntos derivados del trabajo, porque trabajar, trabajaban pocos", indica Bueno.

"Pero además --prosigue este zaragozano-- cada año el fondo era deficitario y era la misma Cámara la que aportaba con recursos propios lo que faltaba. Eran auténticas millonadas. Es decir, que lo pagábamos todos los europeos". Bueno lamenta "la hipocresía política de unos señores que legislan y que ponen en jaque las pensiones públicas mientras que ellos tienen aseguradas unas buenas pensiones. Bastaba con cotizar cinco años".

Durante su estancia, fue protagonista en primera persona del escándalo que supuso que su eurodiputado, González Triviño, se empadronara en Lanzarote aun residiendo en Zaragoza. "Eso era un escándalo, que sirvió para denunciar cómo viven los eurodiputados, porque no era un caso único. Lo de las dietas por lugar de residencia es otra cuestión impresentable".

Este exasesor, hoy en día retirado completamente de la política, indica lo que le decía un alcalde eurodiputado a González Triviño: "Esto es un chollo. Nos ha tocado la lotería. En nuestras ciudades estamos expuestos, aquí da igual lo que votamos o si nos equivocamos, porque nadie nos dice nada". Se teme que "las cosas han ido a peor desde 1999, y se han extendido los privilegios y los abusos". Para Bueno, "algunos trabajaban, pero no creo que fuera más del 10% de los eurodiputados, que hacen malos al otro 90%".