Aunque a primera vista las fisuras que han hecho crujir el paso elevado entre Quinto y Gelsa parecen haber remitido, lo cierto es que continúan extendiéndose, tanto que ya han alcanzado el plano político.

Mientras los técnicos se afanan en estudiar el modo de derribar parte del puente, a ser posible durante la próxima semana, los alcaldes de algunos de los municipios afectados han emprendido una campaña de descrédito hacia los demás. "Unos pretendemos solucionar los problemas y otros sólo quieren aparecer en las fotos", aseguró la presidenta de la comarca de La Ribera Baja del Ebro, Felisa Salvador.

Los problemas se remontan al pasado miércoles, cuando el consejero de Obras Públicas del Gobierno aragonés, Javier Velasco, y el director general de Carreteras, Gonzalo López Pardos, visitaron la zona y se reunieron con los alcaldes afectados, aunque con una ausencia notable, la del primer edil de Quinto, precisamente el término municipal donde se encuentra el puente destrozado.

La situación creó tal malestar que el alcalde ausente, Javier Abenia, aseguró ayer tarde que el propio director general de Carreteras le había llamado durante esa mañana --dos días después de la reunión-- para pedirle disculpas. "López Pardos me explicó que él avisó a la presidenta de la comarca y había dado por hecho que ella me lo comunicaría". Algo en lo que no coincidió la aludida: "Yo avisé a los alcaldes afectados: el de Pina de Ebro y la de Gelsa".

La primera consecuencia de esta crisis con tintes políticos --el máximo dirigente quintano es del PAR mientras que los otros tres son del PSOE-- llegaba también ayer por la mañana. Javier Abenia paralizó el acondicionamiento de un camino alternativo en el término de Quinto para dar salida a la N-232, porque no le habían pedido permiso ni a él ni al dueño de las fincas que cruza.

Finalmente, al inicio de la tarde ambos dieron la autorización aunque con otro trazado, algo que echó por tierra varias horas de trabajo de las máquinas y un kilómetro y medio de vía acondicionada en balde. La noticia, sin embargo, no inquietó a la presidenta de la comarca, que aseguró que el único camino importante es el que comunica Gelsa con Pina. "El otro es un barranco que ya veremos cuando llueva", indicó.

Para colmo, el representante quintano se ha sentido "ofendido" por las declaraciones de la alcadesa de Gelsa, que apuntó los regadíos de Quinto como la posible causa del derrumbe del puente. "Todas las aguas van a parar el Ebro, por algún lugar tienen que abrirse camino", comentó la primera edil de Gelsa.